Economía.- (Ampl.)La economía española creció un 3,8% en tercer trimestre del año por desaceleración de demanda nacional

Actualizado: miércoles, 21 noviembre 2007 11:02

La inversión en la construcción ralentiza su crecimiento del 4,6% al 3,8% por menor dinamismo de obra en infraestructuras y residencial


MADRID, 21 Nov. (EUROPA PRESS) -

La economía española creció un 3,8% en el tercer trimestre del año en tasa interanual, dos décimas menos que en el trimestre precedente, con lo que atenúa su ritmo de avance por segundo trimestre consecutivo y se sitúa en el mismo nivel que en el segundo trimestre de 2006, según los datos de la Contabilidad Nacional Trimestral publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

En términos intertrimestrales, el PIB registró un crecimiento del 0,7%, dos décima menos que en el segundo trimestre del año.

Así, la economía española atenúa suavemente su ritmo de avance por segundo trimestre consecutivo, confirmando que el máximo del ciclo se alcanzó en el primer trimestre de este año, que se cerró con un crecimiento del 4,1%.

El INE señaló que la moderación del crecimiento de la economía española en este tercer trimestre tiene su origen en la desaceleración de la demanda nacional, que contribuye 4,4 puntos al PIB trimestral, cinco décimas menos que en el periodo precedente.

No obstante, este resultado ha sido parcialmente compensado por una aportación menos negativa del sector exterior (-0,6 puntos frente a -0,9% en el segundo trimestre).

El PIB valorado a precios corrientes registró un aumento interanual del 6,7% en el tercer trimestre del año, desacelerando seis décimas su ritmo de avance. De esta manera, el crecimiento del deflactor implícito de la economía se situó en el 2,9%, tres décimas menos que el trimestre anterior.

EL CONSUMO DE LOS HOGARES DESACELERA SU CRECIMIENTO.

El gasto en consumo final de los hogares desaceleró su crecimiento cuatro décimas, hasta el 2,9%, dentro de un contexto en el que la confianza de los consumidores presenta cada vez un saldo más negativo.

De esta forma, la moderación del gasto se aprecia con más nitidez en los bienes que en los servicios y, dentro de los primeros, en los bienes duraderos, entre los que destaca la venta de vehículos, que cae a una tasa cercana al 3%, medio punto más que en el trimestre anterior.

El crecimiento del gasto en consumo final de las Administraciones Públicas se aceleró hasta el 5,8%, ocho décimas más que en el trimestre precedente, como consecuencia del notable aumento tanto de la remuneración de asalariados, como de los consumos intermedios de estas administraciones.

MENOR DINAMISMO DE LOS BIENES DE EQUIPO.

La demanda de inversión en capital fijo desaceleró un punto su tasa de variación interanual hasta el 5,6%, de forma similar en todos sus productos a escala agregada. Así, la inversión en bienes de equipo, aún manteniendo crecimientos a tasas de dos dígitos (11,2%), redujo su ritmo de avance en casi dos puntos.

Por su parte, la inversión en construcción ralentizó su crecimiento del 4,6% al 3,8% como resultado del menor dinamismo, tanto de la obra en infraestructuras como, especialmente,de la edificación residencial.

De esta forma, la inversión en vivienda está perdiendo empuje paulatinamente debido al menor ritmo de iniciación de obras. Así, en este trimestre, el crecimiento de la inversión residencial se ha reducido del 3,7% al 2,9%.

La formación bruta de capital fijo en otros productos creció a un ritmo del 3,8%, ocho décimas menos que en el trimestre anterior.

Por otro lado, la demanda exterior neta de la economía española mejoró tres décimas su contribución negativa al crecimiento del PIB trimestral en este período, fruto de comportamientos expansivos tanto de las exportaciones como de las importaciones, aunque de mayor intensidad en el caso de las primeras.

Concretamente, las exportaciones de bienes y servicios aceleraron notablemente su crecimiento, del 4,8% al 8%, evolución compartida tanto por el componente de bienes (del 4,8% al 6,4%), acorde con los datos de comercio exterior, como por el de servicios (del 4,8% al 11,2%), de forma coherente con la balanza de pagos.

Por su parte, las importaciones de bienes y servicios aumentaron su ritmo de avance del 6,6% al 8,3%. Al igual que en las exportaciones, sus componentes presentan evoluciones cíclicas similares. Así, las importaciones de bienes se aceleraron del 6,2% al 7,2% y las de servicios del 8,5% al 12,8%.

Desde la óptica de la oferta, el INE destacó los suaves repuntes del valor añadido de las ramas primarias y de los servicios, así como la desaceleración de las actividades energéticas, industriales y de la construcción.

De esta forma, el valor añadido de las ramas energéticas e industriales desaceleró su crecimiento, del 3,6% al 2,0%, mientras que el de la construcción desaceleró siete décimas su crecimiento frente al trimestre anterior, situándose en una tasa del 3,6%.

El INE achacó este resultado al menor dinamismo tanto de la obra en infraestructuras como, especialmente, de la edificación residencial.

Por su parte, la actividad en las ramas de los servicios aceleró su crecimiento agregado del 4,2% al 4,4% en el tercer trimestre, mientras que las ramas primarias repuntaron suavemente, del 3% al 3,1%, fruto del favorable comportamiento de la actividad agrícola.

560.000 EMPLEOS.

El empleo, medido en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, situó su crecimiento interanual en el 3%, dos décimas menos que en el trimestre anterior, lo que supuso la creación de 560.000 empleos netos a tiempo completo en un año.

Por ramas de empleo, las ramas industriales presentaron por segundo trimestre consecutivo un crecimiento negativo, una décima mayor que en el trimestre anterior (del -0,2% al -0,3%), mientras que el empleo en la construcción se ralentizó casi dos puntos (del 7,4% al 5,5%), frente al de servicios que continúan acelerando la creación de empleo, del 3,6% al 3,7%.

LA PRODUCTIVIDAD CRECE UN 0,8%.

Como consecuencia, considerando de forma conjunta el crecimiento del PIB trimestral y el del empleo ocupado a tiempo completo, la variación interanual de la productividad aparente del factor trabajo se sitúa en el 0,8%, cifra idéntica a la del período precedente.

Finalmente, la remuneración de los asalariados mantuvo su crecimiento en el 7,3%, mientras que el coste laboral por unidad de producto se aceleró una décima hasta el 3,0%, situándose por encima del deflactor implícito de la economía.