Economía/Consumo.- Espinosa asegura que el futuro del sector de la alimentación está en la Investigación y el Desarrollo

Actualizado: martes, 7 marzo 2006 16:39

BARCELONA, 7 Mar. (EUROPA PRESS) -

La ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación, Elena Espinosa, afirmó hoy en Barcelona que el futuro del sector de la Alimentación se encuentra en la Investigación y el Desarrollo (I+D), de modo que las empresas puedan definir mejor sus productos.

En este ámbito, Espinosa explicó que el Ministerio que preside "trata de colaborar con el sector" para que las empresas conozcan los estudios que llevan a cabo con el objetivo de ayudar a las empresas de alimentación a definir mejor sus productos en base a los gustos y las necesidades del consumidor.

La ministra hizo estas declaraciones durante la presentación del libro 'Nestlé en España. 1905-2005. Reflexiones sobre su contribución al desarrollo económico y social' en el marco de la celebración de la feria Alimentaria.

Tras la presentación del libro, el presidente del consejo rector del Instituto de Empresa, Guillermo de la Dehesa y el miembro del Observatorio de la Alimentación Jesús Contreras debatieron sobre los retos de la industria alimentaria en el siglo XXI.

Contreras coincidió con la ministra en que la innovación es un aspecto clave y un rasgo de modernidad y afirmó que hoy en día "la creatividad es el paradigma central de la sociedad", y por tanto de la cocina y la alimentación.

Para este miembro de Observatorio, la industria alimentaria tiene actualmente los mismos retos que cuando empezó a existir, a los que se suman otros nuevos relacionados con la evolución de la sociedad, como son "la preocupación medioambiental o el derecho de los animales".

CONSUMIDORES IMPREDECIBLES.

Contreras explicó que "cada vez es más difícil predecir las conductas alimentarias de los consumidores" y que "el régimen del comensal contemporáneo es muy inestable" debido a que los individuos cambian su forma de comer según el contexto en el que se encuentran.

Así, explicó, "una persona un día quiere comer con calma, otro día tiene mucha prisa, un día se fija en la calidad de los productos, otro coge lo primero que encuentra, un día quiere comer acompañado y otro solo". Por ello, las industrias alimentarias "movilizan ciencia y técnica" para diseñar nuevos productos que respondan a las demandas de los individuos en cada momento, aunque en España, de los 700 productos nuevos que salen cada año, el 75% fracasa.

LAS EMPRESAS SE ADAPTARÁN A LOS GUSTOS LOCALES.

Por su parte, el presidente del consejo rector del Instituto de Empresa, Guillermo de la Dehesa, explicó que las fábricas de productos de alimentación "tendrán que invertir más en publicidad y cambiar el foco hacia la alimentación sana, los gustos locales y las preferencias culturales" para poder enfrentarse al futuro del sector.

Dehesa recordó que desde 2001 el volumen de ventas orgánicas de las fábricas de productos de alimentación de redujeron notablemente y que solamente lograron recuperarse débilmente en el 2005.

El presidente del consejo rector explicó que la caída del consumo en alimentación se explica por varios factores. Por un lado, el gran incremento del precio de las materias primas y por otro, el poder de los distribuidores sobre los fabricantes. En este sentido, Dehesa explicó que en 10 años los distribuidores han triplicado su magnitud, mientras que los fabricantes han crecido sólo 1,5%.

Además, "la brecha entre grandes marcas y marcas blancas ha aumentado", añadió. Actualmente, el 70% de los consumidores cree que la diferencia de precio entre las estas marcas no justifica la calidad, un aspecto que se refleja en los estudios, ya que el 23% del total de ventas corresponde a las marcas blancas. Para hacer frente a esta situación, las empresas han reducido los precios de sus marcas principales y han aumentado la fabricación de marcas blancas, explicó Dehesa.

Ante todos estos "nuevos retos", Dehesa explicó que durante los próximos años las pequeñas y medianas empresas se consolidarán, habrá una expansión internacional para evitar los problemas que sufren las empresas en Europa y habrá más cooperación entre los fabricantes y distribuidores.