MADRID, 7 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los inmigrantes gastan 3.700 euros al año en la compra de productos de gran consumo, lo que significa un 8% menos que la media de hogares españoles, que destinan un total de 4.000 euros, según se desprende de un estudio de TNS Worldpanel.
Esta diferencia en el gasto total deriva de la partida para productos frescos, que se eleva a 1.700 euros al año, lo que supone 400 euros menos que el resto de consumidores, ya que los inmigrantes dedican, en comparación, más presupuesto a alimentación envasada y bebidas.
Los hogares extranjeros también hacen la compra de forma diferente que los españoles: cargan más producto en cada vez, unos 32 artículos de media, dos más que el consumidor medio, pagan menos por cada artículo (0,1 euros menos) y no van tanto a los establecimientos, cuatro días menos.
El precio es un factor determinante en las decisiones de compra en el 24% de los hogares extranjeros, frente al 20% del consumidor medio, tendencia que deja a la marca blanca un lugar importante en su cesta de la compra.
Concretamente, los inmigrantes se gastan 635 euros en marcas de distribuidor, la tercera parte de su presupuesto para productos de gran consumo y tres puntos porcentuales más que lo que dedican el resto de consumidores.
Como también cocinan diferente, sus compras de aceite de oliva son mucho menores, y las compensan con aceite de girasol, margarina y nata líquida, mientras que buscan el sabor de las bebidas, sobre todo zumos, horchatas y naranjada con gas.
A las dos terceras partes de los inmigrantes les gusta hacer la compra, tres puntos porcentuales más que a los españoles, y el 46% declara que le gusta probar nuevos productos, frente al 33% que busca nuevos sabores entre el total de residentes.
Los inmigrantes también son más impulsivos al llenar el carrito, ya que el 43% se ciñe a la lista de la compra, mientras que la mitad de los consumidores se limita a adquirir lo que tenía pensado, y son más permeables a la publicidad, dado que el 14% compra productos que ha visto anunciados por la tele (frente al 13%).
Del informe también se desprende que los extranjeros tienen menor presdisposición a buscar alimentos saludables, aunque al 72% le guste seguir una 'dieta sana', rasgo que puede atribuirse a que esta inclinación está más vinculada a una población de más edad. Así, comen menos pescado, marisco, legumbres secas o pan fresco que el total de la población.
