MADRID, 18 May. (EUROPA PRESS) -
La Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones ha iniciado la consulta pública sobre la implantación de las redes de acceso de nueva generación (NGN), que sustituirán las actuales redes de cobre por otras basadas en fibra óptica, con el fin de que todos los agentes del sector y los interesados se pronuncien al respecto.
En esta consulta, la CMT aborda también la posible revisión de las obligaciones impuestas en la definición de mercados, la distinción por áreas geográficas en función de la competencia que se dé en mercados inferiores al nacional y la posibilidad de definir nuevos marcos que impliquen la regulación de las redes.
Para el regulador, los cambios tecnológicos que se están dando en las infraestructuras de los servicios de telecomunicaciones abren nuevas oportunidades para el sector y los usuarios, ya que suponen la progresiva sustitución de la red de cobre tradicional por otra de gran capacidad basada en fibra óptica que permitirá ofrecer elevadas velocidades de acceso y transmisión de datos, así como soluciones de convergencia tecnológica.
La CMT explica que el objetivo del sector es recoger la opinión del mercado para garantizar que la futura regulación incentiva las inversiones y la innovación tecnológica, promueve la competencia efectiva en los mercados de telecomunicaciones y fomenta el desarrollo de la sociedad de la información.
El regulador subraya la complejidad del acceso al tramo final de la red que conecta las centrales tradicionales con los usuarios, en las que --a través de la desagregación del bucle-- están presentes los operadores alternativos que han realizado inversiones instalando sus equipos. La CMT indica que la instalación de las nuevas redes implicará una paulatina reducción de las centrales sobre la que se sustenta la actual arquitectura de la red que llega al usuario final.
Los escenarios abordados por la CMT contemplan soluciones a corto plazo, como la introducción de la tecnología VDSL --que es más potente que el ADSL, pero con una cobertura limitada y sostenida aún por el par de cobre desde una central-- y otras basadas en la combinación de fibra y cobre o en la llegada directa de fibra hasta los hogares.
Estas posibilidades suponen el despliegue de fibra óptica desde la central telefónica hasta un nodo situado en la vía pública, para cubrir el resto del acceso con el cobre hasta llegar al abonado o bien tender fibra hasta un repartidor que se situará en las zonas comunes de los edificios de los usuarios.
La perspectiva a largo plazo supone el tendido de fibra hasta la propia residencia de los usuarios, que permitirá a los operadores lanzar ofertas con velocidades objetivas de hasta 100 megas y ampliar la oferta de servicios.
La consulta iniciada por la CMT también quiere conocer la opinión del sector sobre la brecha digital, y las distintas opciones que puedan facilitar el despliegue de estas redes en aquellas zonas que no sean rentables para los operadores. En este sentido, plantea cómo se podría incentivar una mayor cobertura de dichas redes.
Asimismo, reflexionará sobre las tecnologías alternativas al cobre, coaxial y fibra, que puedan resultar apropiadas para ayudar a reducir la brecha digital, donde subraya el papel que puedan jugar las tecnologías inalámbricas y de banda ancha móvil.
Los interesados deberán remitir sus respuestas a la consulta a la CMT antes del próximo 30 de junio. Las contestaciones se publicarán posteriormente en la página web del regulador.
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