MADRID, 26 Nov. (EUROPA PRESS) -
Dirección y sindicatos de Flex negocian desde mañana el traslado de unos 130 trabajadores por la reorganización industrial de la compañía, que implica el cierre de la planta de Agoncillo (La Rioja) y el cese de la producción en la de Esparreguera (Barcelona), donde sólo mantendrá actividades de almacén, ventas y atención al cliente.
Según informaron hoy a Europa Press fuentes de la empresa de colchones y material de descanso, dirección y representantes de los trabajadores celebrarán mañana la primera de una serie de reuniones inscritas en el periodo de consultas para concretar las condiciones de dichos traslados.
La compañía concentrará buena parte de su actividad industrial en las plantas de Getafe (Madrid) y Sevilla, adonde trasladará la producción de las fábricas afectadas con el objetivo de reducir costes operativos y financieros, y de mejorar su capacidad de respuesta a la demanda del mercado.
El fin de la producción en ambas plantas supondrá el traslado a las fábricas de Getafe (Madrid), Sevilla, Salamanca y Tenerife de un total de 130 trabajadores, los 40 empleados de la planta riojana y 90 de la catalana, en la que sólo permanecerán 40 trabajadores.
La decisión de la compañía se enmarca dentro una reorganización industrial en España que persigue optimizar el aprovechamiento de su capacidad instalada y responder de forma eficaz a las expectativas de los consumidores españoles.
Tras examinar todas las alternativas a su alcance, Flex consideró que esta reorganización es "imprescindible" para mejorar su competitividad y mantener los puestos de trabajo de toda su plantilla, lo que hace su decisión "firme e irrevocable".
Fundada en Zaragoza en 1910, Flex prevé cerrar este ejercicio con unas ventas de 304 millones de euros y un resultado bruto de explotación (Ebitda) de 27 millones de euros. Las plantas de Getafe (Madrid), Sevilla, Salamanca y Tenerife cuentan con un total de 432 trabajadores.
