MADRID, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Ministerio de Fomento ha adjudicado a la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Ferrovial y Azvi las obras del acceso ferroviario al aeropuerto de Madrid-Barajas por 109,5 millones de euros. El plazo de ejecución es de 34 meses.
La longitud de la nueva línea, entre las estaciones de Chamartín y la nueva terminal T-4, será de 8,8 kilómetros y el tiempo de recorrido, de cinco minutos. Las obras que ahora se licitan constituyen la parte principal del acceso, 6,9 kilómetros, y complementan las que actualmente está realizando el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) en los primeros 1,9 kilómetros, en el marco de la remodelación de la cabecera norte de la estación de Chamartín.
La nueva infraestructura se divide en dos tramos. El primero tiene una longitud de 2.200 metros y va desde la conexión con las obras de remodelación de la cabecera norte de la estación de Chamartín, que actualmente esta ejecutando ADIF, hasta el cruce con la M-40. El segundo tramo consta de una doble vía de nuevo trazado soterrado en su totalidad, con una longitud de 4,7 kilómetros.
El tramo subterráneo contará con salidas de emergencia cada 500 metros, con instalaciones de ventilación y bombeo. La nueva línea contará en toda su longitud con vía doble electrificada y en el tramo dentro del túnel la vía será estuchada de forma que, en caso de emergencia o para mantenimiento, sea posible la circulación de vehículos de carretera.
La línea estará equipada con ASFA y, además, con ERTMS, el sistema de señalización europeo interoperable que también se está instalando en el nuevo túnel Atocha-Chamartín. Este sistema permite corregir el 95% de los errores humanos de conducción, con el objetivo de aumentar la seguridad ferroviaria.
Además, mediante esta infraestructura se posibilitará también la continuidad de una parte de los trenes de cercanías procedentes de la estación de Atocha, a través del actual túnel de Recoletos o del nuevo en construcción de Sol-Gran Vía, hacia el aeropuerto o el corredor del Henares, vía O'Donnell. De esta forma, se constituye un enlace intermodal entre las tres principales terminales de transportes de Madrid (Atocha, Chamartín y Barajas).
