MADRID, 10 Sep. (EUROPA PRESS) -
La participación del 35% del Estado francés en el grupo resultante de la fusión entre GDF y Suez, GDF-Suez, "no será neutral" desde el punto de vista crediticio y "podría desanimar" a los inversores que deseen entrar en la nueva compañía, según un informe de Standard & Poor's (S&P).
Además, el informe advierte de que aún es necesario ver cómo gestiona el Gobierno francés los conflictos que puedan surgir de su posición como principal accionista de dos grandes grupo energéticos del país --GDF y EDF--, que incrementarán tras la fusión los negocios en los que se hacen competencia.
Por otro lado, la agencia de calificación crediticia considera que GDF y Suez han superado los principales obstáculos para su fusión, salvo el de los sindicatos de la gasista, que se muestran en contra y que, pese a que su visto bueno no es necesario, ya lograron retrasar el proceso en 2006.
La agencia de calificación asegura que los principales escollos se han superado gracias a la publicación el pasado viernes de los términos revisados de la fusión, que cuentan con el visto bueno tanto de los accionistas de Suez como del Gobierno francés, que controla el 79% de GDF.
"Esto apunta a que se aprobará la transacción por dos terceras partes de los accionistas de ambos grupos en las respectivas juntas extraordinarias de accionistas", asegura el analista de S&P Hugues de la Presle.
"El aspecto clave para el 'rating' del grupo resultante será su política financiera y estratégica, así como el perfil financiero en el momento en que se cierre la fusión", indica el analista.
La agencia de calificación asegura que existen varios factores que hacen pensar que GDF-Suez contará con una estructura financiera sólida, entre ellos el buen encaje entre los negocios de ambas compañías, su posición de liderazgo en Francia y Bélgica, su presencia en el mercado regulado y su diversidad geográfica.
