MADRID 22 Feb. (EUROPA PRESS) -
Renfe prevé alcanzar el equilibrio financiero sin necesidad de aportación del Estado en 2009 y lograr en 2010 sus primeros beneficios, que además crecerán en los ejercicios sucesivos hasta superar los 300 millones de euros en el horizonte de 2014, anunció hoy el presidente de la compañía ferroviaria, José Salgueiro.
En concreto, la compañía calcula que en 2010 obtendrá un resultado de 8,5 millones, que se multiplicará por más de siete en 2011, hasta sumar 60,5 millones. En 2012 el beneficio se duplicará y ascenderá a 129,9 millones, casi lo hará de nuevo en 2013 (218,4 millones) y se elevará a 318,6 millones en 2014.
Fuentes de Renfe apuntaron que estas estimaciones, fijadas en el contrato-programa 2005-2009 que actualmente ultima con el Estado, son conservadoras. Sólo tienen en cuenta el tráfico de los nuevos corredores de Alta Velocidad (AVE) que ya tienen fecha para su puesta en servicio (el AVE Madrid-Valladolid, el Lleida-Barcelona y el Córdoba-Málaga), pero no el de otros que, como el Madrid-Levante, lo harán en ejercicios sucesivos.
En la actualidad, el operador ferroviario público presenta unas cuentas anuales equilibradas porque cubre su déficit de explotación con las aportaciones que el Estado le realiza indistintamente para cualquiera de los servicios que presta.
El vuelco de la cuenta de resultados de Renfe y su entrada en 'números negros' sin ayuda pública coincidirá con la apertura a la competencia en el transporte en tren de viajeros, previsto en la UE para el horizonte de 2010.
Este proceso de liberalización del sector impide además que el operador público pueda seguir recibiendo subvenciones estatales para aquellos servicios que no sean catalogados como interés público por la Administración central o autonómica correspondiente, para no alterar la libre competencia con futuros operadores privados.
En este futuro escenario sólo contarán con ingresos públicos la explotación de trayectos que las Administraciones sacarán a concurso y contratarán, con Renfe u otros operadores, y con algún tipo de ayuda o subvención con el fin de cumplir con intereses públicos o sociales. Será un esquema similar al de actual concesión de líneas de autobús interurbano.
PREPARADA PARA EL NUEVO ESCENARIO
No obstante, la compañía asegura que está prepara para este nuevo entorno de mercado, que "aspira a ser el operador de todas las Administraciones" y que logrará equilibrar sus cuentas y obtener beneficios gracias al nuevo esquema de gestión y organización en el que se acaba de reestructurarse y, sobre todo, al Plan Estratégico 2005-2009 que actualmente desarrolla con una inversión de 5.534 millones de euros, de los que 4.050 millones se destinarán a la compra de nuevos trenes.
En su comparecencia en la Comisión de Fomento y Vivienda del Congreso, el presidente de Renfe explicó que estas dos iniciativas estratégicas están orientas a modernizar a la compañía, a especializarla y acercarla a las distintas demandas, y a orientarla a criterios empresariales y de rentabilidad. Todo ello con el fin último de dejar de depender de la ayuda pública y afrontar la competencia.
Además, el presidente mostró su disposición a abrir un marco de colaboración con las comunidades autónomas con el fin de que éstas puedan participar en la ordenación y la planificación de los servicios, dado que ello encaja con su pretensión de especializar su oferta por corredores y tipos de demanda.