BRUSELAS, 21 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, arremetió hoy de nuevo contra el "nacionalismo económico" y consideró "absurdo" que los países de la Unión Europea se protejan los unos de los otros en el sector energético. Barroso pidió a los jefes de Estado y de Gobierno de los Veinticinco que en la cumbre que celebrarán los próximos días 23 y 24 de marzo respalden el lanzamiento de una política energética común para garantizar la seguridad de suministro.
"No estamos aquí para protegernos los unos de los otros, eso es absurdo en un mercado como el nuestro", dijo el presidente de la Comisión en rueda de prensa. "No creo que las amenazas a la seguridad energética en Europa vengan de las relaciones entre nuestros Estados miembros. Si hay problemas puede ser con otras áreas del mundo, no con España, no con Francia, no con Italia y no con Alemania", añadió.
Barroso atacó de nuevo "a los que intentan resistir la integración" porque consideran la energía como "sector estratégico". "A ellos les respondo que es precisamente porque es un sector estratégico por lo que necesitamos una estrategia europea de energía", subrayó. Aunque no citó ningún caso expresamente, la polémica se centra en el intento del Gobierno español de obstaculizar la OPA de la alemana E.ON sobre Endesa y la fusión entre Gas de France (GdF) y Suez, promovida por el Gobierno francés para frenar una OPA de la italiana Enel.
"Es absurdo tener en Europa 25 políticas energéticas, es absurdo tener en Europa 25 mercados energéticos. Necesitamos un mercado energético europeo para la electricidad y el gas. Tenemos que ayudarnos a responder a los retos de la globalización", insistió. Durante la próxima cumbre, transmitirá este mensaje a los líderes europeos de forma "clara" y "sin ambigüedad", y reiterará que la Comisión velará por el respeto de las reglas de competencia y mercado interior.
El presidente de la Comisión instó a los jefes de Estado y de Gobierno a reafirmar la "voluntad política" de lanzar una política energética común, como ya hicieron en la cumbre de Hampton Court de octubre de 2005, y "un mensaje de confianza en el mercado interior europeo". No obstante, descartó que en las conclusiones de la cumbre se haga ninguna referencia directa al "nacionalismo económico" y dijo que lo importante será fijarse en el "espíritu" de la cumbre.
Respecto al diálogo con Rusia en materia energética, Barroso explicó que en la reunión que mantuvo con el presidente Vladimir Putin el pasado fin de semana, éste le confirmó su voluntad de convertirse en un socio "creíble, estable y seguro" de la UE en cuestiones de energía y de crear una relación "especial". No obstante, constató que siguen existiendo "diferencias", como la negativa de Rusia a firmar la Carta Europea de la Energía y a facilitar el acceso a las redes de transporte de gas que pasan por su territorio.
Otra de las cuestiones más polémicas que abordarán los líderes europeos en la cumbre es la de la energía nuclear que, a juicio del Ejecutivo comunitario, se convertirá en una "cuestión cada vez más importante en el futuro" y por ello "no hay que evitar el debate". Barroso recordó que 13 países de la UE están planificando nuevas inversiones en este sector, aunque reconoció que existen "fuertes diferencias" entre los Estados miembros. Por ello, aseguró que no buscará la "armonización" en este campo y respetará las decisiones que tome cada país.
DIRECTIVA DE SERVICIOS
El presidente de la Comisión espera además del Consejo Europeo una señal política de apoyo al compromiso alcanzado por la Eurocámara para suavizar la directiva de liberalización de los servicios, porque a su juicio es la "única base realista" para un acuerdo entre los Veinticinco. A su juicio, sería "inútil" y "contraproductivo" tratar de rescatar el texto inicial presentado por el ex comisario Frits Bolkestein, y criticado en países como Francia por promover el dumping social, porque las posibilidades de que se adopte son del "0,000".
En cambio, señaló que el acuerdo del Parlamento "mejora la situación actual", aunque no vaya tan lejos como pedían algunos países. A los socios de la ampliación, que son los que defienden una mayor liberalización, les dijo que respeta sus "preocupaciones" pero dijo que pueden resolverse con la libre circulación de los trabajadores, anunciada por países como España, Portugal, Finlandia y Países Bajos. Asimismo, la Comisión presentará nuevas propuestas sobre trabajadores desplazados y movilidad de pacientes para completar el marco legislativo.
Barroso insistió en que los Estados miembros tienen que acelerar las reformas económicas para potenciar el crecimiento y el empleo y "pasar de las promesas a la realidad y a los resultados". En este sentido, pidió a los líderes europeos que en la cumbre del jueves y el viernes adopten compromisos concretos en tres áreas, además de la energía. En primer lugar, para aumentar la inversión en I+D y apoyar la creación de un Instituto Europeo de Tecnología, que a su juicio servirá para reforzar la cooperación entre la universidad y los centros de investigación por un lado y las empresas por el otro.
También reclamó iniciativas concretas para favorecer la creación de empresas, como por ejemplo la generalización de la ventanilla única para todos los trámites burocráticos,y la reducción del tiempo necesario para poner en marcha una nueva compañía.
Finalmente, en materia de empleo, abogó por crear más puestos de trabajo para los jóvenes, y garantizar que en 2007, cualquier joven que se encuentre en el paro reciba una oferta de empleo o de formación en un plazo máximo de seis meses.