La entidad habría captado unos 2.800 millones procedentes de clientes de la competencia
MADRID, 28 Oct. (EUROPA PRESS) -
El 60% de la emisión de bonos convertibles por importe de 7.000 millones de euros realizada por Santander a principios de octubre para financiar la compra de ABN Amro fue suscrita por inversores ajenos a la entidad, según datos del banco a los que tuvo acceso Europa Press.
El hecho de que Santander haya conseguido esa tasa es un buen dato para el banco, ya que supondría haber captado unos 2.800 millones a la competencia.
Según analistas de Inversis Banco consultados por Europa Press, el hecho de que el 60% de los bonos, que serán necesariamente convertibles en acciones del banco, haya sido colocada fuera de la entidad pone de manifiesto "la buena acogida por parte del mercado, a pesar de no ser una emisión muy atractiva porque ofrece dudas de cara al futuro", ya que "no se sabe cómo estará la cotización de la acción dentro de cinco años".
El director general financiero del banco, José Antonio Álvarez, indicó que "aproximadamente el 40%" de la emisión fue suscrita por clientes de la entidad, aunque señaló que es muy difícil realizar un cálculo exacto.
En este sentido, el pasado 27 de septiembre, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) explicó que el comportamiento y la rentabilidad de dicha emisión "se encuentran en buena parte vinculados al desenlace de la OPA" sobre ABN Amro, y precisó que serán obligatoriamente convertibles en acciones del Santander a los cinco años, en caso de que esta operación no se haya realizado voluntariamente con anterioridad.
La emisión tuvo lugar antes de que se conociera que la OPA logró una aceptación del 86% del capital, un porcentaje que ya ha rebasado el 95%, segun comunicó el consorcio el pasado viernes. Santander y sus socios ya han adelantado su intención de hacerse con el 100% con la adquisición de los títulos residuales.
El banco presidido por Emilio Botín colocó esta emisión entre cerca de 129.000 inversores con un importe medio de unos 54.000 euros cada uno. Las mismas fuentes indicaron que "probablemente se tratará de inversores institucionales que buscan a futuro tener acciones del Santander a un precio más holgado".
El Santander decidió elevar de los 5.000 millones previstos inicialmente a 7.000 millones de euros esta emisión de bonos por la fuerte demanda entre sus clientes e inversores. De esta forma, el banco ha conseguido por esta vía un 40% más de financiación de la que tenía prevista en un primer momento.
FINANCIACIÓN DE ABN AMRO.
La operación de compra de ABN Amro costará al consorcio unos 71.000 millones de euros, de los que Santander deberá aportar un máximo de 19.800 millones. La entidad ya ha desembolsado 17.200 millones.
Una vez culminada la compra de ABN Amro, Santander se hará con los activos del banco holandés en Italia (Antonveneta) y Brasil (Banco Real), que aportarán a las cuentas del Santander 200 millones de euros en 2007.
Para financiar la operación, Santander ha realizado, además de la citada emisión de bonos convertibles en acciones por 7.000 millones, una emisión de bonos, en su mayoría deuda subordinada, por un importe de 3.700 millones de euros.
Además, tiene previsto realizar una ampliación de capital por un importe de unos 3.000 millones de euros, frente a los 4.000 millones previstos inicialmente, según confirmó Sáenz, que precisó que se ejecutará antes de que termine el año, probablemente entre finales de noviembre y principios de diciembre. El consejero delegado dijo que es una cantidad que, a su juicio, "no planteará ningún problema de colocación".
Asimismo, Santander espera obtener unas plusvalías de 1.400 millones de euros por la venta de sus inmuebles por más de 4.000 millones. Sáenz dijo que la entidad ha recibido "buenas ofertas" por todos los bloques y "a unos precios estupendos".
El banco también se ha desprendido en los últimos meses de su participación del 1,79% en el capital social de la entidad italiana Sanpaolo por 1.206 millones de euros, con la que obtuvo una plusvalía de 566 millones de euros, así como del negocio de pensiones en Latinoamérica, que vendió a ING, por 950 millones de euros, logrando una plusvalía de 600 millones de euros.
