MADRID 20 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno aprobó hoy un decreto ley sobre la fiscalidad del tabaco que contempla elevar en un punto, hasta el 55,95% la parte del tributo conocida como 'ad valorem', que se unirá al incremento del impuesto específico hasta los 6,20 euros por cada 1.000 cigarrillos, dos euros más que hasta ahora.
El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, afirmó en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que esta decisión de "cargar un poco más la fiscalidad" del tabaco más barato se inscribe en la política del Gobierno de la lucha contra el tabaquismo.
Igualmente, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró que este incremento de la fiscalidad de labores de tabaco "responde más a razones de tipo sanitario que de tipo económico, fiscal o recaudatorio".
"Como hemos venido diciendo en los últimos meses, al Gobierno le parece justo que un producto que ocasiona un grave perjuicio para la salud de los ciudadanos y que, por tanto, tiene un efecto directo sobre el coste que soporta la salud, tenga una fiscalidad adecuada", alegó De la Vega.
El Ejecutivo argumentó que su política sanitaria ha establecido como una de sus prioridades la lucha contra el hábito tabáquico, tal como se ha puesto de manifiesto con la reciente entrada en vigor de la Ley de prevención del tabaquismo.
Sin embargo, destacó que la proliferación de marcas de cigarrillos baratos ha provocado un significativo descenso del precio del tabaco que alienta, a su juicio, el consumo de este producto nocivo para la salud.
El Gobierno subrayó que no puede intervenir en la fijación de los precios del tabaco, ya que, según las normas europeas, éstos son establecidos libremente por los fabricantes, pero que sí puede modificar la fiscalidad sobre este producto. Sin embargo, el traslado o no del aumento de la fiscalidad a los precios de venta al público es una decisión que corresponde a los fabricantes, añadió.