LONDRES 9 Ago. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades sanitarias británicas están investigando actualmente un posible caso de enfermedad del legionario en un miembro del personal de las instalaciones donde se encuentra el Instituto de Salud Animal (IAH) y la farmacéutica Merial, que se sospecha podría haber sido el punto de partida del actual brote de fiebre aftosa en el país.
El enfermo sería un empleado del IAH, según informó la Agencia de Protección de la Salud (HPA), que precisó que no existe ninguna relación entre la enfermedad del legionario (una afección respiratoria) y la fiebre aftosa, que afecta al ganado. Según la agencia, el caso se descubrió en junio y la investigación llevada a cabo en el Instituto ha detectado restos de legionella, la bacteria que provoca la enfermedad.
De acuerdo con la HPA, la investigación preliminar llevada a cabo ha puesto de manifiesto que el Instituto de Salud Animal "estaba todo el trabajo de mantenimiento y de vigilancia de acuerdo con el Código Aprobado de Prácticas para el control de la legionella".
Aun está por confirmar si el brote de fiebre aftosa detectado en la granja de Surrey, en el sur de Inglaterra, tuvo su origen en las instalaciones del IAH y la farmacéutica Merial, que trabajaba en la elaboración de vacunas contra esta enfermedad.
Por su parte, el Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales (DEFRA) anunció hoy que 362 animales han sido sacrificados en la tercera granja. En total, en las tres granjas (dos de la cuales se ha confirmado que estaban afectadas) se han sacrificado 576 cabezas de ganado.