MADRID, 7 Mar. (EUROPA PRESS) -
La ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación, Elena Espinosa, aseguró hoy que la 'Ley del jamón' que prepara su Departamento garantizará la calidad de los productos del cerdo ibérico mediante controles oficiales, el autocontrol de los operadores, y controles externos.
Espinosa explicó en el pleno del Senado que la administración competente realizará los controles oficiales, a los que se sumarán los autocontroles realizados por los operadores del sector y los controles externos llevados a cabo por parte de organismos independientes de inspección y certificación.
"Un gran número de estudios científico-técnicos han constatado que el método analítico empleado hasta ahora conduce a clasificaciones erróneas" en los productos del cerdo ibérico, advirtió la ministra.
"Por eso creemos que es necesario buscar una solución a esta cuestión que satisfaga tanto al sector productor como al comercializador o al industrial", añadió la titular del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Espinosa respondía así al diputado de CiU Ramón Companys, que criticó que la norma que prepara el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) sobre el jamón ibérico sólo utilice criterios basados en inspecciones de campo y elimine los actuales controles para comprobar el perfil de lípidos del animal.
Según explicó, en la preparación de la norma del ibérico se han tenido en cuenta todas las observaciones y sugerencias realizadas tanto por las comunidades autónomas como por el sector, aunque existen discrepancias con el sector industrial sobre el análisis de los ácidos grasos.
Espinosa puntualizó, no obstante, que aunque en la norma no se contemple, la analítica de ácidos grasos podrá seguir empleándose en el ámbito privado, entre ganaderos e industriales.
Por otro lado, precisó que se ha creado la Mesa del Ibérico para analizar los estudios que actualmente se están llevando a cabo para poner a punto métodos "que permitan determinar con toda fiabilidad el factor alimentario".
La trazabilidad de los productos derivados del porcino ibérico "debe ser una exigencia" en todas las fases de la cadena alimentaria, desde la producción a la distribución, pasando por la transformación y el almacenamiento, sostuvo.
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