BRUSELAS, 8 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Unión Europea (UE) decidió hoy levantar el embargo contra las importaciones de ganado, ternera y productos derivados desde el Reino Unido, que fue establecido en 1996 debido a la incidencia de la enfermedad de las vacas locas sobre este país, al considerar que ya no existe un riesgo específico y que puede dársele el mismo tratamiento que a otros Estados miembros.
El Comité Permanente de la Cadena Alimentaria y de Salud Animal aceptó la propuesta de la Comisión Europea para derogar la restricción, debido a que Bruselas ya no considera al Reino Unido como un "país de alto riesgo de Encefalopatía Espongiforme Bobina (EEB)", indicó en un comunicado.
En concreto, la medida establece que Reino Unido podrá exportar ganado vivo nacido después del 1 de agosto de 1996 y carne de ternera y productos derivados de animales nacidos después del 15 de junio de 2005, "bajo los mismos términos que otros Estados miembros".
Por otra parte, el Comité Permanente instó al Reino Unido a "ajustar su legislación" para carne de ternera con hueso, con el objetivo de reducir de 30 meses a 24 el actual límite de edad que deben tener las reses para que sea obligatorio retirar la columna vertebral, de manera que se adecue a las obligaciones que cumplen los otros Estados miembros a este respecto.
Bruselas propuso el levantamiento del embargo teniendo en cuenta que la incidencia de la enfermedad en el Reino Unido en la actualidad es inferior a 200 casos por cada millón de cabezas de ganado y que existen informes veterinarios que avalan la ausencia de riesgo especial.
La decisión que tomaron hoy los Estados miembros entrará en vigor en un periodo aproximado de seis semanas, una vez que el Parlamento Europeo haya sido consultado, y deroga la prohibición de importar vacuno británico que fue impuesta en marzo de 1996, después de observar la especial gravedad que alcanzó el mal de las vacas locas en este país.
Posteriormente, en 1999, se establecieron ciertas derogaciones a esta restricción, de manera que se permitió al Reino Unido exportar carne deshuesada y productos derivados sometidos a un sistema especial. Éste regulaba las condiciones en las que podía exportar al resto de la UE, que obligaba a que los animales tuvieran entre 6 y 30 meses y que hubiesen sido sometidas a una vigilancia a lo largo de su vida para descartar la existencia de la enfermedad en ellos y en sus progenitores.
La Comisión Europea indicó hoy que, en la práctica, este sistema "no tuvo como resultado una cantidad significativa de exportaciones de la ternera británica".
