La alerta terrorista de Londres pilla a muchos viajeros desprevenidos que buscan alternativas que las compañías no se comprometen a ofrecer
MADRID, 10 Ago. (EUROPA PRESS) -
Los pasajeros con destino a Londres que esta mañana acudieron al aeropuerto de Barajas para tomar su vuelo recibían información confusa y contradictoria en los mostradores de facturación, y la mayoría se preparaba para afrontar largas horas de espera en las terminales y ante los puntos de atención al cliente y cambio de billetes de las diferentes compañías que operan en Gran Bretaña, tras la alerta terrorista que vive la capital inglesa.
Tal era el caso de una familia que viajaba con niños pequeños portando en las manos numerosos objetos que les habían obligado a sacar de las bolsas que pensaban transportar como equipaje de mano. El padre, que sujetaba un ordenador portátil sin funda, explicó en declaraciones a Europa Press Televisión que la empleada de la compañía de bajo coste con la que viajaban les había indicado que todos los objetos que introdujesen en el avión debían estar "a la vista", por lo que habían tenido que guardar la mayoría de las cosas en las maletas, y las más frágiles y los objetos personales, los llevaban encima.
Peor se lo tomó una joven que no podía contener las lágrimas mientras la comunicaban la falta de alternativas. Según explicó su novio, ambos se dirigían a Calcuta vía Londres "para recoger a una niña", y la imposibilidad de viajar hoy les suponía perder la conexión y tener que esperar otra semana para llegar a la India, ya que el vuelo de esta ruta "sólo sale una vez por semana".
Por el contrario, a un joven que facturó unos minutos después con una mochila a la espalda, así como a una señora con un bolso grande, no les pusieron ningún inconveniente ni dado ninguna indicación respecto a su equipaje de mano.
En cuanto al retraso de los vuelos, tampoco había coincidencia en las informaciones que recibían los clientes. Mientras a una pareja les advertían de que les esperaban por lo menos cuatro horas de retraso, a otros les aseguraban que su vuelo iba a salir en la hora programada.
A pesar de todo, en general los pasajeros seguían manteniendo su intención de viajar hoy, salvo una madre con sus dos hijos que tras tener conocimiento de lo que estaba sucediendo en Londres en el propio aeropuerto a través de una llamada telefónica de sus familiares, decidieron cambiar sus planes. "Vamos a cancelar los billetes y a consultar si nos devuelven algo de dinero mediante el seguro de viaje", comentó.
COLAS INTERMINABLES
Los mostradores de atención al cliente de las compañías más afectadas por la cancelación de sus vuelos, como Iberia o British Airways, registraban largas colas de personas que buscaban una alternativa para poder viajar como tenían previsto.
Algunos, como un matrimonio, esperaban concienciados de que iban a perder alguna de las noches de hotel que tenían reservadas, puesto que se dirigían a Londres para tomar otro vuelo que les llevaría a Canadá, el destino final de sus vacaciones.
Otras dos parejas que iban juntas y que tenían que haber tomado el vuelo de las 9:55 a Heathrow, tras ser atendidas por el personal de Iberia, se planteaban cancelar sus planes. "Nos lo han puesto muy negro, así que yo creo que esperaremos hasta la una y media o las dos de la tarde, y si no sabemos nada, lo cancelaremos todo", dijo uno de los hombres.
Similar panorama era el que les ofrecían a los pasajeros de British, quienes formaban una larguísima cola ante el mostrador de atención al cliente de la T-4 de Barajas. "Nos dicen que nos busquemos la vida, que ni alojamiento ni comida ni nada", destacó una chica que se dirigía a Uganda vía Londres.
