José Sócrates anima a invertir en energías procedentes del "cielo y agua" portugueses
OPORTO, 23 Ene. (EUROPA PRESS) -
Iberdrola invertirá cerca de 1.700 millones de euros en la construcción en el Noreste de Portugal de la central hidráulica del Alto Támega, cuya potencia de 1.200 megavatios (MW) la convertirá en uno de los mayores proyectos de esto tipo en Europa en los últimos 25 años.
El proyecto de construcción esta planta, que finalizará en 2018 y que dará empleo a 13.500 personas, fue presentado hoy en la localidad de Chaves por el primer ministro portugués, José Sócrates, y por el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán.
La central supondrá la última pieza dentro del desarrollo hidráulico de la Cuenca del Duero y evitará la emisión de 1,2 millones de toneladas de dióxido de carbono al año. Su producción alcanzará los 2.000 gigavatios hora (Gwh) anuales.
Iberdrola ha depositado ya los primeros 300 millones de euros del proyecto, que le darán derecho a explotar la central durante 65 años. El complejo incluirá cuatro presas -Gouvaes, Padroselos, Alto Támega y Daivoes--, de las que las dos primeras, con 900 MW de potencia, realizarán funciones de bombeo, mientras que las restantes se dedicarán a la turbinación y dispondrán de 234 MW.
La producción de la planta representará alrededor del 3% del consumo portugués de electricidad y servirá para abastecer a cerca de un millón de usuarios. Dada la proximidad de la central a España y a los aprovechamientos del Sil, Iberdrola espera optimizar sus costes de explotación.
PORTUGAL Y LAS RENOVABLES.
Durante la presentación, Sócrates aseguró que Portugal se propondrá "recuperar el tiempo perdido" en materia energética y "apostará por el aire y el agua" como fuentes alternativas para reducir la dependencia del exterior y del petróleo.
Además de este "sentimiento de urgencia en materia energética", animó a las empresas a realizar inversiones privadas en el país y dijo que el Estado debe jugar el papel de "promotor" de proyectos energéticos.
Por su parte, Galán agradeció a las autoridades portuguesas la confianza depositada en el grupo español y recordó que el Alto Támega es uno de los últimos grandes aprovechamientos hidráulicos disponibles en Europa.
