MADRID 13 Ene. (EUROPA PRESS) -
El coordinador ejecutivo de Economía y Mundo del Trabajo, Javier Alcázar, calificó hoy de "pésimo para la economía española" el dato del IPC correspondiente a 2005, al tiempo que resaltó que "confirma" la pérdida de poder adquisitivo para todos aquellos ciudadanos que no hayan visto subir sus salarios al menos en igual porcentaje que la inflación.
En este sentido, recordó que este es el peor dato desde el año 2002, con un diferencial de inflación de punto y medio respecto de la media europea, algo que pone de manifiesto "tanto la incapacidad del Gobierno de controlar esta variable, como la utilización abusiva de previsiones irreales de inflación que tienen su efecto en la calidad de vida de miles de ciudadanos".
Para el dirigente de IU, la desviación existente entre previsiones y realidades en este índice, unido a las últimas subidas en productos básicos de consumo como el gas o los derivados de la subida de los precios de los carburantes, el transporte público de viajeros, y los tipos de interés, "afectará negativamente y de manera general al poder adquisitivo y al consumo de muchos ciudadanos".
En este sentido, agregó que los más afectados serán los de rentas más bajas y aquellos que en la actualidad se encuentran hipotecados.
Asimismo, Alcázar afirmó que si a esta situación se le añade la "nada satisfactoria" evolución de la inflación subyacente, con un nuevo repunte de dos décimas, no parecen vislumbrase buenas perspectivas para el conjunto de la economía, su competitividad y la creación de empleo de calidad".
"Mucho nos tememos que las recetas a aplicar, ahora que esta en ciernes una reforma del mercado de trabajo, vuelvan a recaer en su mayor parte sobre el conjunto de trabajadores, recortándoles derechos y haciendo aún más precario su trabajo y con ello favoreciendo el que amplias capas de la población no tengan posibilidad de asegurarse una vida digna alejada, cuando menos, de los niveles de pobreza que existen ya en nuestra sociedad", argumentó.
Por último, Alcázar instó al Gobierno a que "frene este modelo de crecimiento especulativo y dirija sus esfuerzos en garantizar que los beneficios empresariales se dediquen a la inversión y a la mejora del empleo y no a la mera especulación y reparto de dividendos". "Para ello deberían favorecerse políticas que pongan en marcha mayores controles sobre las actuaciones especulativas de las empresas", finalizó.