PARIS, 18 Oct. (EUROPA PRESS) -
La huelga de transportes convocada por los principales sindicatos del transporte público en Francia para protestar por la reforma del régimen especial de jubilaciones que pretende llevar a cabo el Gobierno ha tenido un amplio seguimiento y a última hora de la mañana era secundada por el 73,5% de los conductores de tren, según los datos ofrecidos por la empresa estatal de ferrocarriles (SNCF).
Esta cifra supera el porcentaje del 67% logrado durante la movilización de 1995, que obligó al gobierno a retirar su reforma. El tráfico en la red ferroviaria volverá paulatinamente a la normalidad a lo largo de la jornada del viernes, según la SNCF, que recomienda a los viajeros evitar los desplazamientos hasta el viernes por la tarde.
Tal y como habían pronosticado los sindicatos, el movimiento de protesta ha provocado muchos problemas en París, alrededores y en las 27 ciudades que se han sumado a la huelga. A primera hora de la mañana el tráfico en los grandes ejes urbanos sera dos veces más denso que un día normal.
No obstante, en las carreteras, la situación era de calma, incluyendo los alrededores de París, según el Centro Nacional de Información por Carretera (CNIR) porque mucha gente ha decidido quedarse en casa.
La situación en los aeropuertos era "completamente normal" por la mañana en los aeropuertos de Orly y de Roissy Charles de Gaulle, a pesar de que algunos vuelos se habían anulado para prevenir las consecuencias de la huelga.
Aunque la compañía Air France descarta escasas incidencias en sus vuelos, el paro en los transportes públicos ha provocado retrasos en los pasajeros y la tripulación por las dificultades para llegar a los aeropuertos.
Donde más se ha dejado sentir la huelga es en los trabajadores que hoy no han podido coger con normalidad el metro, autobus o tren de cercanías en la capital y en las principales ciudades francesas. En París, la mayoría de las líneas de metro no funcionaban y en otras sólo lo hacía el 50% de los convoyes. En el caso de los autobuses, sólo circulaba uno de cada diez y ningún tranvía.
Por lo que respecta a las grandes líneas, sólo 46 de los casi 700 trenes de largo recorrido asegurarán hoy sus trayectos. El Eurostar que une la capital francesa con Londres se ha visto también afectado y algunos Thalys que van a Amsterdam, Bruselas y Colonia. El nocturno Corail no volverá a la normalidad hasta mañana viernes hacia las 16.00 horas.
El colapso de hoy puede repetirse mañana a la vista de que el personal de la RATP, la compañía de metro y tren de cercanías de París y periferia, ha decidido prolongar la huelga un día más en dos tramos de trenes y seis líneas de metro así como en varios autobuses que unen la capital con los barrios periféricos.
Como consecuencia de todo ello, la Alcaldía de París puede presumir del éxito de su sistema de alquiler de bicicletas, que a las nueve de la mañana había ya batido su propio récord y había registrado un total de 27.000 usos, frente a los 14.000 que tiene en días normales.
Por otro lado, poco después de las 14.30 horas, en un ambiente festivo y bajo un día soleado, partió desde la céntrica plaza de la República hasta la plaza de la Nación la manifestación convocada por los sindicatos.
