Economía.- Londres exige pruebas de ADN e incluir en la etiqueta país de origen tras escándalo de carne de caballo

Actualizado: miércoles, 13 febrero 2013 19:02


BRUSELAS, 13 Feb. (EUROPA PRESS) -

El ministro de Medio Ambiente británico, Owen Paterson, ha defendido que se hagan pruebas de ADN de los productos de carne transformados en todos los Estados miembros "lo antes posible" y ha confiado en que se logre un acuerdo "para garantizar que los países de origen están marcados en estos productos" tras el escándalo de la carne de caballo en productos congelados como las lasañas de la marca Findus detectadas en Reino Unido.

"Me gustaría que se establecieran pruebas de ADN de los productos de carne transformados lo antes posible en todos los Estados miembros", ha reclamado Paterson en declaraciones a la prensa a su llegada a la reunión informal extraordinaria convocada por la Presidencia irlandesa para discutir el caso con los países más afectados, incluidos Francia, Reino Unido, Luxemburgo, Rumanía, junto con el comisario de Salud, Tonio Borg, y un representante del gabinete del comisario de Agricultura, Dacian Ciolos.

Paterson también ha insistido en que espera que la Comisión acelere "muy rápidamente" el informe en el que está trabajando sobre el etiquetado de productos procesados de carne. "Creo que podemos lograr un acuerdo para garantizar que los países de origen están marcados en estos productos", ha defendido.

Reino Unido ha insistido en la necesidad de resolver "rápido" un problema que afecta a todos los Estados miembros. "Si los Estados miembros se ven afectados por lo que parece ser una conspiración internacional criminal hay un papel para Europol", ha apostillado en alusión a la oficina de cooperación policial de la UE.

El ministro británico también ha reconocido que le gustaría que hubiera "intercambio de datos entre organizaciones de estándares alimentarios en cada Estado miembro muy rápidamente" para que otros países "puedan emprender acciones".

Paterson ha reconocido que "al principio parecía" que el problema apuntaba a trazas "muy muy pequeñas" de carne de caballo "en el caso de un producto" pero adquirió "una dimensión totalmente diferente" cuando se conoció que la empresa Comigel, encargada de transformar la presunta carne de origen rumano, "contenía cantidades muy significativas de caballo".

CRITICA RESPUESTA MUY LENTA

"Creo que nos hemos movido muy lentos, trabajando juntos hoy podemos lograr el acuerdo", ha admitido el británico, que no obstante ha insistido en la determinación de los países más afectados por el problema de llegar "al fondo de esta cuestión".

"Cuanto antes resolvamos esto, antes estableceremos la confianza en toda Europa sobre nuestros sistemas alimentarios y la calidad de los productos que los consumidores compran", ha insistido. "El consumidor está siendo defraudado", ha denunciado.

"Esto ha ocurrido muy rápido. Nadie tenía ni idea que había adulteración de productos de vacuno procesados con caballo", ha subrayado.

Paterson ha admitido que el ministro de Agricultura rumano, Daniel Constantin, le ha trasladado que "sus productos fueron adecuadamente comprobados y facturados" y que su país no obstante "tiene un problema de confianza y lo quiere ver resuelto".

Preguntado si cree que el sistema de alerta temprana comunitario ha funcionado correctamente en este caso, el ministro británico ha dejado claro que la Agencia de Seguridad Alimentaria británica ha trabajado "metódicamente" y ha recordado que este martes las autoridades del país llevaron a cabo acciones contra dos plantas británicas sospechosas, sin prejuzgar que pueda haber más actuaciones en el futuro.

La agencia de seguridad alimentaria británica (FSA) anunció el pasado 7 de febrero el hallazgo de trazas de carne de caballo en lugar de la carne de vacuno anunciada en platos precocinados de la marca Findus.

La carne en cuestión, de presunto origen rumano, pasó por operadores en Países Bajos y Chipre antes de llegar a Francia, donde fue adquirida por la empresa Spanghero y posteriormente transformada por Comigel en su planta de Luxemburgo en platos precocinados.

La carne fue distribuida en platos preparados de la marca Findus como lasañas anunciadas como carne de vacuno en varios países europeos. Los productos han sido retirados del mercado en Reino Unido, Francia y Suecia.