Economía/Macro.- (Ampliación) La economía española creció un 3,9% en 2006, el dato más alto desde 2000

Actualizado: miércoles, 21 febrero 2007 11:18

El sector exterior restó un punto al crecimiento del PIB, siete décimas menos, y el empleo experimentó un crecimiento superior al 3%


MADRID, 21 Feb. (EUROPA PRESS) -

La economía española alcanzó un crecimiento del 3,9% en el conjunto de 2006, cuatro décimas más que en 2005 y la tasa más alta desde 2000, cuando el PIB creció un 5%, según los datos de la Contabilidad Nacional Trimestral publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE). En el cuarto trimestre, el PIB creció un 4%, dos décimas más que en el trimestre precedente.

En términos intertrimestrales, el PIB registró un crecimiento del 1,2%, tres décimas más que en el trimestre anterior. El INE indica que el repunte de la economía en el cuarto trimestre se debió a una aportación menos negativa del sector exterior (-0,9%, frente al -1% del trimestre precedente) y a un crecimiento de la demanda nacional, que repuntó al 4,9%, una décima más.

El INE destaca que el crecimiento de la senda acelerada del PIB se ha prolongado en los últimos tres años, lo que ha permitido a España registrar un crecimiento "netamente más elevado" que el de las principales economías de la Unión Europea en el cuarto trimestre. Así, con la excepción de Alemania, cuyo PIB creció a un ritmo del 3,7%, tanto Francia, como Italia, Holanda y Reino Unido lo hacen por debajo del 3%.

CRECIMIENTO UN PUNTO SUPERIOR A LA UE.

En el conjunto de 2006, la economía española creció un 3,9%, una décima más que la última estimación del Gobierno, crecimiento "muy superior" también al mostrado por las economías de los países de la UE qu,e según los datos de Eurostat, experimentaron un aumento del 2,9% (dos décimas menos en los países de la zona euro), lo que implica una mayor convergencia real entre la economía española y las restantes de la UE.

En términos nominales, el PIB a precios de mercado creció a un ritmo del 7,8% en 2006, tasa similar a la de 2005. Por lo tanto, el deflactor implícito de la economía avanzó a una tasa del 3,8%, tres décimas menos que un año antes.

El INE indica que en 2006 se aprecia una "ruptura" con respecto a la tendencia seguida durante los tres años anteriores por la demanda externa y nacional. Por un lado, la aportación de la demanda nacional al crecimiento se ha moderado tres décimas, hasta el 4,9% frente al 5,2% de 2005, fruto de la moderación del gasto en consumo final y de la formación bruta de capital fijo.

MENOS CONTRIBUCIÓN NEGATIVA DEL EXTERIOR.

Al mismo tiempo, la demanda externa también ha reducido en siete décimas su contribución negativa al PIB, pasando de 1,7 puntos en 2005 a 1 punto en 2006, como consecuencia de la aceleración más intensa de la actividad exportadora que de la importadora.

El gasto con consumo final de la economía, aunque mantiene unas tasas de crecimiento elevadas, se desaceleró cuatro décimas en 2006, hasta el 3,9%. A este comportamiento contribuyeron los tres sectores institucionales que realizan gasto en consumo final: los hogares (del 4,2% al 3,7%), las instituciones sin fines de lucro (del 5,9% al 5%) y las administraciones públicas (del 4,8% al 4,4%).

En concreto, el gasto en consumo final de los hogares moderó su ritmo de avance en 2006, especialmente en lo que se refiere a bienes duraderos (las ventas de automóviles decrecieron un 0,9% frente al incremento del 1,2% en 2005). No obstante, el INE señala que su evolución no fue similar a lo largo del año, presentando una desaceleración en los dos primeros trimestres y una recuperación en los dos últimos.

MÁS INVERSIÓN EN BIENES DE EQUIPO.

La formación bruta de capital fijo, por su parte, se desaceleró en 2006 siete décimas respecto al año anterior, hasta registrar un crecimiento del 6,3%, aunque esta pauta no fue compartida por todos los componentes de esta variable. Así, la inversión en bienes de equipo aceleró su ritmo de crecimiento hasta el 9,7%, siete décimas más que en 2005, mostrando un perfil acelerado en el conjunto del año.

En la misma línea, la inversión en construcción repuntó una décima en 2006, hasta el 6%, tasa que se mantuvo más o menos estable en los cuatro trimestres del año. La obra en edificación residencial y en infraestructuras continuaron siendo los motores de la actividad constructora, apreciándose un leve empeoramiento en el comportamiento de la edificación durante el último trimestre del año. Por el contrario, la inversión en otros productos moderó su crecimiento más de cuatro puntos, hasta el 3,2%.

LAS EXPORTACIONES CRECEN MÁS DEL 6%.

Desde la óptica de la demanda externa, las exportaciones de bienes y servicios crecieron un 6,2%, frente al 1,5% del año anterior. Así, las exportaciones de bienes aceleraron su crecimiento hasta el 5,6% después del estancamiento en 2005, mientras que las de servicios también aceleraron su impulso, pero a un menor ritmo, pasando del 4,5% en 2005 al 7,5% en 2006.

Por su parte, las importaciones de bienes y servicios se aceleraron hasta el 8,4% en 2006, 1,4 puntos más que en el año precedente. Desde la perspectiva interanual, se observó un mayor impulso durante el primer y cuarto trimestre y una ligera moderación durante los trimestres intermedios.

A pesar de la menor aportación negativa del sector exterior al PIB, la economía nacional ha empeorado su situación financiera frente al resto del mundo como consecuencia del comportamiento más desfavorable de la balanza de rentas y transferencias corrientes y de capital. Así, la necesidad de financiación de la economía nacional superó los 76.000 millones de euros, el 7,8% del PIB, frente a los 59.000 millones en 2005, el 6,5% del PIB.

Por el lado de la oferta, destaca el avance de las ramas industriales (3,3% frente al 0,3% en 2005) y primarias (0,3% frente al -10% en 2005), así como la moderación en el ritmo de avance de la construcción, que se moderó una décima, hasta el 5,3%. Las ramas energéticas crecieron un 3,8% (2% en 2005) y los servicios, un 3,6% (4,4% en 2005).

En 2006, la actividad manufacturera mostró una pauta acelerada de crecimiento en todos los trimestres. La fabricación de maquinaria y de equipos eléctricos, electrónicos y ópticos, y en menor medida de la industria del automóvil, han sido las más dinámicas en 2006. Asimismo, se observó una recuperación de la industria textil y del cuero y la confección. Por su parte, los servicios de mercado desaceleraron su crecimiento en 2006 (3,4% frente a 4,6%).

MÁS DE MEDIO MILLÓN DE EMPLEOS.

En materia de empleo, el total de puestos de trabajo ocupados a tiempo completo generados en el año aumentó un 3,1%, tasa similar a la de 2005, lo que supuso la creación neta de más de 550.000 empleos. El aumento de los asalariados fue del 3,2%, dos décimas menos que el del año anterior.

Atendiendo al empleo ocupado por ramas de actividad, destaca la intensidad del crecimiento en la construcción (7,5% frente a 7% en 2005). En los servicios de mercado, la tasa de variación se aceleró más de tres décimas, hasta el 4,1%, y en las de no mercado se produjo una desaceleración de un punto, hasta el 1,8%. En la industria manufacturera, el empleo se estabilizó respecto a 2005.

Como consecuencia del crecimiento de la actividad y del empleo, la productividad aparente del factor trabajo de la economía aumentó a un ritmo del 0,8%, cuatro décimas más que en el año precedente. En el cuarto trimestre, la productividad repuntó hasta el 1%.

Finalmente, la remuneración de los asalariados aceleró su tasa de crecimiento hasta el 6,8%, siete décimas más que en 2005. El coste laboral por unidad de producto, por su parte, se aceleró en 2006 hasta el 2,7%, cinco décimas más.