BRUSELAS, 10 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea pidió de nuevo hoy a los Estados miembros que durante el periodo 2007-2013 inviertan más fondos regionales en investigación, desarrollo e innovación para favorecer el crecimiento, la creación de empleo y el aumento de la calidad de vida de los ciudadanos comunitarios.
El Ejecutivo comunitario presentó a los Veintisiete una serie de recomendaciones sobre la manera de combinar mejor los programas de política regional con la financiación del séptimo programa marco de investigación y del programa para la competitividad y la innovación.
La comisaria de Política Regional, Danuta Hübner, explicó que las actividades de I+D varían sustancialmente en los distintos Estados miembros de la UE. En este sentido, la inversión en investigación oscila entre el 0,4% del PIB en países como Rumanía y Chipre y el 3,9% en Suecia, con una media comunitaria del 1,84%.
A nivel regional, las disparidades "son mucho más serias", ya que 50 regiones superan el 2% de inversión en I+D en relación a su PIB -algunas superan el 8%-, mientras que 110 regiones están por debajo del 1%.
"No podemos permitir que la inversión en I+D se limite a algunas regiones líderes. La política de cohesión europea debe usarse para apoyar la innovación y la investigación en todo el territorio de la UE y especialmente en las regiones menos desarrolladas", explicó Hübner, que puso a Irlanda como ejemplo de país al que las ayudas estructurales europeas le han permitido asumir un papel de liderazgo en materia de I+D.
La responsable de Política Regional explicó que durante el periodo 2007-2013 se invertirán un total de 80.000 millones de euros de los fondos de cohesión en investigación y desarrollo.
Por su parte, el comisario responsable de Ciencia e Investigación, Janez Potocnik, abogó por un "mejor uso del dinero europeo", que a su juicio aumentará la base científica de la Unión y las posibilidades de crecimiento económico.
Para lograr esta mejor utilización de las ayudas comunitarias, el Ejecutivo comunitario anunció una serie de iniciativas, como la publicación, antes de final de año, de una guía práctica para ayudar a los institutos de investigación y a las empresas a determinar la fuente de financiación más adecuada para su caso.
Bruselas aboga además por mejorar el intercambio de información con las autoridades nacionales y regionales para informarles sobre las organizaciones beneficiarias del programa de investigación, con el objetivo de verificar si es posible una ayuda suplementaria procedente de fondos regionales, nacionales o europeos.
