Apunta como fortalezas de la factoría viguesa una "sensibilidad de costes muy fuerte" y la "colaboración sindical"
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 8 Feb. (EUROPA PRESS) -
El ex director de la planta de Vigo de PSA Peugeot-Citroën Javier Riera considera que esta factoría "ya tiene hecha una parte de los deberes" en cuanto a la reducción de costes y no cree que pase por dificultades con los planes apuntados por la nueva dirección del grupo.
En declaraciones a la Radio Galega recogidas por Europa Press, Javier Riera minimizó los riesgos que tendrá para Vigo en anuncio del presidente del grupo, Christian Streiff, de que habrá que reducir costes y comprar piezas en países más baratos.
Así, recordó que la planta de Vigo estuvo dos o tres veces a punto de cerrar, "con la llave puesta", por lo que "hay una sensibilidad de los costes muy fuerte", al igual que una gran "colaboración sindical que no tiene precio".
Riera aseguró que estas cuestiones "son ventajas competitivas importantes", por lo que no le asustan los planes del nuevo presidente. "Los países del Este tienen ventajas, pero también desventajas, como las infraestructuras o el coste de la energía", razonó.
No obstante, el ex director de la planta de Vigo indicó que "hoy en día nadie puede garantizar" cuadros de personal, porque "sería un atrevido", pero añadió que "de ahí, a que haya traumatismo, hay una gran diferencia".
Sobre el nuevo director del grupo, indicó que como en toda empresa en PSA "hacía falta un revulsivo" y desveló que la prensa económica francesa le llama "el leñador" por su fama de duro. Riera entiende que en la compañía "hay un desequilibrio de plantas", pues "el mercado está como está", pero insistió en que "Vigo ha tenido suerte porque ha trabajado en productos muy buenos y de calidad" y compitiendo "en costes".
Javier Riera, que ahora es vicepresidente ejecutivo de la Fundación Galega para a Sociedade do Coñecemento, no quiso desvelar las razones para su reciente prejubilación de PSA el pasado mes de enero, pero afirmó que tenía prevista su salida "no mucho más adelante". También rechazó dar cualquier consejo a su sucesor, Pierre Ianni.
SIN MENOS PRESION
Sobre su nuevo cargo, indicó que no tiene menos presión que antes, pues trabajará en algo que no maneja tan bien como su anterior responsabilidad, pero destacó que inicia "una nueva andadura con todas las emociones que lleva consigo partir de cero".
Riera también descartó totalmente desembarcar en la política pues a él "le gusta trabajar con todos" y no tiene "color", pero se refirió a la situación de su ciudad, Vigo. Así, admitió que prefiere que sea "viva y con debate" a que sea una urbe sólo de paseo.
No obstante, advirtió de que ese debate "no debe ser estéril y tiene que tener límites en el tiempo". "Ese es el fallo, parece mentira que las administración no lleguen a acuerdos parando el reloj", criticó.
En su opinión, "se está lastrando la zona por esto", algo que atribuyó en gran parte al calendario electoral en las diferentes administraciones, que hace "que el voto esté encima de la mesa todo el día", concluyó.
