TRAVERSE CITY (ESTADOS UNIDOS), 9 Ago. (EUROPA PRESS) -
La nueva normativa estadounidense orientada a mejorar la eficiencia en el consumo de combustible de los automóviles "reducirá los beneficios de los fabricantes de automóviles", ya que obligará a las compañías a producir vehículos más pequeños de los que el mercado demanda, según indicó el consejero delegado de Ford, Alan Mulally, durante unos seminarios del sector en Traverse City (Estados Unidos).
Mulally resaltó que él nunca había visto una política medioambiental que distorsionara tanto el mercado como ésta, e indicó que muchas de las exigencias y baremos que establece esta legislación "no son asumibles con la tecnología actual".
Esta argumentación se enmarca dentro de las protestas realizadas por los principales fabricantes de automóviles de Estados Unidos ante la introducción de esta normativa de aumento de la eficiencia en el consumo de combustible de los vehículos en el país, que será revisada por el Congreso y por el Senado estadounidenses en septiembre.
"La industria del automóvil no puede resolver la dependencia energética ni el calentamiento global, pero nosotros queremos ser parte de la solución", añadió el consejero delegado de la firma del óvalo.
Por otra parte, Mulally destacó que su empresa sigue trabajando en el plan de reestructuración de su negocio, orientado a retornar a la rentabilidad y volver a obtener ganancias. Para ello, está reduciendo su capacidad de producción a nivel global.
UN DESAFIO SIN PRECEDENTES.
Por otro lado, el vicepresidente ejecutivo de Ventas de Toyota en Estados Unidos, Jim Lentz, señaló que esta nueva regulación establece un desafío "sin precedentes" en lo que se refiere a reducción de las emisiones contaminantes y a la mejora de la eficiencia en el consumo de carburantes.
Así, aseguró que los automóviles y los todoterrenos son parte visible de la vida estadounidense y apuntó que la industria del automóvil en este país está trabajando de forma conjunta para proponer unos compromisos medioambientales asumibles.
Por último, Lentz resaltó que los fabricantes de automóviles deben preparase para la llegada de una nueva generación de compradores, que tienen nuevas exigencias en cuanto a tecnología e impacto sobre el medio ambiente.
