ZARAGOZA, 15 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Organización Sindical de Trabajadores de Aragón (OSTA) considera que la decisión de mantener la fabricación de la segunda generación del Meriva en la planta zaragozana de Figueruelas implica la superación de una crisis y el reforzamiento del futuro de la economía aragonesa.
Tras seis meses de espera para conocer la decisión, el portavoz de OSTA en el comité de empresa de GME, José López, mostraba su satisfacción por la noticia que hoy les confirmó el presidente de GM Europe, Carl Peter Forster, en una reunión celebrada con el comité de empresa por la mañana. Según destacó López, las ventajas competitivas de Figueruelas garantizan su carga de trabajo durante la próxima década.
Para López, las inversiones ya realizadas en la planta han sido clave para que la dirección de la compañía automovilística se haya decantado por Zaragoza en vez de por la planta polaca de Gliwice. También ha primado, consideró, "la eficiencia que ha demostrado siempre Figueruelas".
Asimismo destacó que debe tenerse en cuenta "el esfuerzo que ha realizado la plantilla asumiendo una parte importante del coste de este proceso con la pérdida de parte de sus condiciones laborales".
SUPERAR ERRORES
Sin embargo, el representante de OSTA en el comité de empresa de la planta puntualizó que "hay que superar los errores cometidos en el proceso de negociación", al tiempo que "la dirección europea debe replantearse su modelo de selección de plantas, que en esta ocasión ha sido penoso", criticó.
En este sentido, López trasladó que en la reunión mantenida con la dirección de GM, el propio Carl Peter Forster "nos ha dado a entender que en futuras ocasiones se estudiarían fórmulas para que este tipo de procesos no fueran tan duros para los trabajadores".
OSTA insiste en que los empleados "no debemos permitir que las empresas se adjudiquen unilateralmente la competencia de tomar decisiones en cuestiones tan importantes como éstas, sin contar con nosotros". De esta forma, "negociar significa plantear alternativas, planes de viabilidad y propuestas que adecuen y mantengan las condiciones competitivas que, en su día, hicieron que las empresas decidieran instalarse en Aragón".
El Meriva supone actualmente en torno al 40 por ciento de la producción de la planta zaragozana y, en el caso de que se hubiera dado luz verde a la adjudicación del nuevo Meriva en Polonia, estarían hoy en peligro cerca de 3.000 puestos de trabajo, continuó López, quien puso de manifiesto que esta buena noticia tiene efectos positivos para la planta de Figueruelas pero también para toda la industria auxiliar.
