OYAMA (JAPON), 25 Ago. (EP/AP) -
El segundo fabricante de automóviles del mundo, Toyota, ha desarrollado el primer sistema de detección de colisiones traseras, que consta de un radar que informa cuando un vehículo se está aproximando por la parte trasera del automóvil, informó hoy la compañía.
Los sensores se encuentran localizados en los reposacabezas con el fin de detectar la posición del conductor y de los pasajeros. Estos sensores cambian los reposacabezas de posición en caso de que se fuera a producir un choque por detrás, para evitar el riesgo de lesiones cervicales causadas por el latigazo del golpe.
Además, este sistema al localizar un vehículo que se está aproximando por detrás al coche enciende unas luces que avisan al conductor del posible peligro de este acercamiento.
Así, el presidente de la compañía japonesa, Katsuaki Watanabe, indicó que este sofisticado sistema informático "similar a un cerebro humano" se instalará en el modelo LS de Lexus, que será lanzado al mercado japonés el próximo mes de septiembre.
"Estamos convencidos en nuestro objetivo de desarrollar vehículos que no tengan ningún accidente de tráfico", añadió el máximo responsable de la empresa.
Este novedoso sistema de detección de un impacto trasero, por el momento no se instalará en los automóviles de la marca vendidos en Estados Unidos ni en el mercado europeo.
NUEVOS SISTEMAS DE SEGURIDAD.
Por otro lado, Toyota también ha desarrollado un sistema capaz de detectar a los peatones y cualquier tipo de obstáculos que se aproximen al vehículo mediante una cámara recoge información sobre objetos tridimensionales por infrarrojos.
De esta forma, en el momento en que este sistema detecta un peatón cercano al vehículo tensa los cinturones de seguridad y si el conductor no acciona el pedal del freno, el vehículo reduce la velocidad con el fin de evitar el impacto contra el objeto o la persona.
La seguridad respecto a los peatones es especialmente relevante en Japón, donde las calles son muy estrechas y tienen un gran tráfico de personas y de vehículos, por lo que las muertes por atropello son más habituales que en otros países, como por ejemplo, Estados Unidos.
