Economía/Motor.- Los trabajadores de Frape Behr abandonan su encierro tras acordar una reunión con Trabajo

Actualizado: miércoles, 26 diciembre 2007 12:59

BARCELONA, 26 Dic. (EUROPA PRESS) -

Los trabajadores de la planta de componentes de automoción Frape Behr en la Zona Franca de Barcelona, que desde hace cinco días permanecían encerrados, abandonaron hoy la fábrica tras acordar una reunión en la que participarán sindicatos, la empresa y la consellera de Trabajo, Mar Serna, según confirmó a Europa Press un portavoz de los trabajadores.

Los obreros tomaron la decisión de encerrarse para evitar que la empresa ejecute el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que anunció en septiembre, que implicaría el cierre de la planta catalana, con 295 empleados.

Después de que Serna haya accedido a reunirse con las partes el 2 de enero, los representantes sindicales, tras celebrar ayer una asamblea, decidieron abandonar el encierro temporalmente desde hoy sobre las 10.30 horas. Según el portavoz, con esta decisión "han querido dar un voto de confianza de la Generalitat", aunque el "conflicto sigue abierto" porque la "amenaza de la empresa continúa".

No obstante, expresó que los trabajadores confían en que la consellera "sea consecuente y defienda la vigencia del pacto" de viabilidad que se firmó en 2004, así como que desde la Conselleria "se presione a la empresa".

Para los trabajadores, el plan alternativo de la empresa de despedir a 81 trabajadores, "tampoco es aceptable", porque no quieren que haya "despidos forzosos" y solamente aceptarían "bajas voluntarias". Sin embargo, según el portavoz, "la empresa no da muestras de querer cambiar de actitud".

El portavoz señaló que mañana a las 10 horas los trabajadores se concentrarán frente a la sede de la Conselleria de Trabajo para seguir con sus acciones. Con la salida de la fábrica tras cinco días de encierro, "no ha habido un cese de las medidas de presión, sino un cambio", porque "hasta que la empresa no renuncie a despedir a nadie el conflicto sigue abierto".

El conflicto comenzó cuando la filial española del grupo automovilístico alemán Behr alegó que la factoría en Catalunya tenía pérdidas y amenazó con el cierre si no se llegaba a un acuerdo sobre un plan alternativo que aumentara la competitividad.

La plantilla sostuvo que se mostró dispuesta a negociar "desde el primer momento" las medidas de este plan, incluso "cediendo en los puntos más fundamentales", pero alertó de que la dirección se ha acogido "a pequeños detalles sin importancia" para "cerrarse en banda".

Los trabajadores insisten en que siempre han mantenido la voluntad de llegar a un acuerdo pese a que la empresa, según ellos, les ha mentido desde 2004, cuando aceptaron una reducción del 20% de sus salarios para asegurar la continuidad de la empresa. También entonces Frape Behr amenazó con el cierre, pero los pactos solucionaron el conflicto "con el visto bueno de la Conselleria de Trabajo".