Economía/Pesca.- España espera tener "excelentes relaciones" pesqueras con el próximo Gobierno conservador canadiense

Actualizado: martes, 24 enero 2006 14:08

El apresamiento del 'Estai' provocó la "guerra del fletán" en 1995 deteriorando las relaciones hispano-canadienses


OTTAWA, 24 Ene. (EUROPA PRESS) -

Las autoridades españolas han manifestado su intención de mantener las actuales "excelentes relaciones" y acuerdos emprendidos con Canadá en materia de cooperación e investigación científica en el sector pesquero con el Gobierno de Canadá, país que ayer lunes celebró una jornada electoral federal que pone fin a casi 13 años de Gobierno del Partido Liberal del primer ministro Paul Martin, y da el Gobierno al Partido Conservador, liderado por Stephen Harper.

La diplomacia española cree que las actuales relaciones hispano-canadienses son "muy buenas" y confía en mantener "los contactos" con las nuevas autoridades para "poder seguir trabajando conjuntamente". Estas mismas fuentes manifestaron su deseo de retomar cuanto antes las "conversaciones" con el nuevo Gobierno y reanudar las negociaciones emprendidas con el anterior Ejecutivo federal para lograr un "memorándum" de cooperación bilateral Canadá-España.

El contenido de estos acuerdos, como el ya firmado entre Portugal y Canadá gira entorno a temas de "colaboración científica e investigación en temas de pesca", lo que abre las puertas al estrechamiento del "diálogo bilateral" y en el que destacarían, por ejemplo la celebración conjunta de "seminarios científicos", explicaron a Europa Press fuentes diplomáticas.

Durante la campaña electoral, tanto el Partido Liberal, del Gobierno minoritario de Paul Martin, como el Partido Conservador, del que será nuevo primer ministro en minoría, Stephen Harper, se han centrado en temas internos y pesca no ha sido tratada de forma directa. Egeneral, los dos partidos defienden la misma política en esta materia, centrada en lo que algunos han denominado 'Custodial Management', y por la que Canadá pretende asumir el control de las aguas más allá de las 200 millas e imponer su normativa en las aguas internacionales más cercanas a su costa, la llamada "plataforma continental".

Por su parte, algunos pescadores españoles, como faenadores vascos y gallegos, que llevan desde el siglo XVI pescando cerca de las costas de Terranova y Labrador, han denunciado que Canadá pretende, con la excusa de "evitar excesos de otros países", es "autoproclamarse el controlador de la zona" saltándose el Derecho del Mar e imponer su criterio en las organizaciones internacionales como la NAFO, la entidad noratlántica, con base en Nueva Escocia (Canadá), encargada de regir la pesca en la zona.

La NAFO (Northwest Atlantic Fisheries Organization) fue creada en 1979, para resolver conflictos de este tipo, es por el momento, y como se confirmó en su última reunión anual celebrada en Tallinn (Estonia), del 19 al 23 de septiembre del año pasado, sigue siendo por el momento la única responsable de decretar las normas a seguir en la zona, además de mirar por el cumplimiento de las mismas, y garantizar un uso racional de los recursos con la debida protección al medio ambiente. Sus informes científicos establecen temporalmente los cupos y cuotas de fletán, caballa, o bacalao correspondientes a cada uno de los países con barcos en la zona.

España está representada en la NAFO a través de la Unión Europea. Las competencias en negociación pesquera están manos de la Comisión Europea, a quien corresponde defender los derechos e intereses de los grandes países pesqueros de la UE como España, Portugal, Dinamarca, Suecia o Irlanda.

CRISIS EN LA ZONA

Algunos gobiernos y organizaciones no gubernamentales acusan a la NAFO de ser incapaz de frenar la sobreexplotación de las especies que supuestamente debe proteger. Ocho de las quince especies que controla están bajo moratoria, lo que significa que su captura está terminantemente prohibida. Por otro lado, algunos países representados en la NAFO, como España, señalan continuamente la importancia del uso sostenible de los recursos pesqueros. Paralelamente, organizaciones como Oceana o Greenpreace afirman que la realización de prácticas destructivas como el arrastre de fondo y la sobrepesca son una realidad diaria.

En los últimos meses, varias organizaciones han denunciado que los caladeros de las costas atlánticas de Canadá, uno de los más ricos del mundo, se está quedando sin peces. A pesar de la crisis, el caladero del Atlántico Noroeste todavía proporciona el 60 por ciento de las capturas realizadas con arrastre de profundidad en aguas internacionales. A su vez, Naciones Unidas denuncia que tres cuartas partes de nuestros océanos sufren sobreexplotación, y los cuatro millones de barcos que faenan en todo el mundo están provocando una catástrofe ecológica que amenaza la continuidad del pescado marino como principal fuente de proteínas para mil millones de personas en el planeta.

Aunque las ONG opinan que es excesiva la cantidad de pesqueros que faenan en las aguas del Atlántico Noroeste, los últimos datos muestran una reducción. En la pesca de las especies de profundidad, se ha pasado de 203 barcos en 1993 a 109 en 2003. Esta orientación sigue las pautas marcadas por Canadá, uno de los pesos pesados de la NAFO.

LA GUERRA DEL FLETÁN

Por el momento, su política no ha conseguido la recuperación total del caladero. Al contrario, se han provocado algunas fricciones entre los Estados miembros, creando algunas crisis. La más conocida fue la que en España se denominó "la guerra del fletán", cuando el 9 de marzo de 1995 las autoridades canadienses detuvieron ilegalmente al barco congelador 'Estai' de bandera española, que se encontraba fuera de su zona de exclusión de 200 millas.

El Gobierno de España llegó a amenazar con ir al Tribunal Internacional de Justicia en La Haya para presentar un caso abogando que Canadá no tenía derecho legal de apresar al 'Estai' en aguas internacionales. Asimismo, los armadores del 'Estai', José Pereira e hijos y el capitán del pesquero, Enrique Dávila González, iniciaron una demanda civil en el tribunal federal contra el Gobierno canadiense por el apresamiento del barco.

Para algunos analistas, con estas medidas, Canadá busca forzar una negociación con la Unión Europea desde una posición de fuerza en todo momento, como ocurrió entonces, cuando después de más de un mes de tensas negociaciones, lograron tener vía libre para capturar el triple que el año anterior, a pesar de la fuerte reducción del total de capturas autorizadas prevista para 1995. Entonces, la flota europea tan sólo consiguió salvar un 41 por ciento del porcentaje total y tuvo que aceptar que sus capturas anuales fueran reducidas a una quinta parte de lo pescado el año anterior.

En su discurso de investidura en el Parlamento de Ottawa, en octubre de 2004, el hasta ahora primer ministro Paul Martin, anunció su intención de llevar adelante el Oceans Actions Plan (Plan de Acciones sobre los Océanos), pero su mandato se vio interrumpido el pasado mes de noviembre al peder una moción de confianza por un escándalo de corrupción. Por ahora, los nuevos planes en materia de pesca del nuevo Gobierno de Canadá no se aclararán hasta que los canadienses tengan formalmente un nuevo Gobierno, previsiblemente liderado por Harper, encargado de llevar las riendas de este país los próximos años.