La petición del sector español contrasta con la intención de seguir pescando de los arrastreros franceses
BRUSELAS, 12 Jun. (EUROPA PRESS) -
Representantes del sector de la pesca de la anchoa de Galicia, Asturias, Cantabria y el País Vasco reclamaron hoy en Bruselas el cierre del caladero del Golfo de Vizcaya y criticaron la lentitud por parte de la Comisión, que conocerá los informes científicos sobre las reservas el próximo miércoles, pero que no prevé tomar una decisión hasta finales del mes de junio.
Pescadores españoles y franceses se reunieron hoy con representantes de la Dirección General de Pesca de la Comisión Europea, en un encuentro en el que también participó un técnico de la Subdirección de Pesca del Ministerio y el viceconsejero de Pesca del Gobierno Vasco, Luis Miguel Macía.
En términos generales, el sentimiento del sector español es que las reservas de anchoa están en su peor momento desde hace año y por eso confían en que, a la luz de los datos científicos, la Comisión decretará el cierre de la pesquería en un plazo de tres o cuatro semanas.
Sin embargo, reprochan que el Ejecutivo comunitario "no tiene prisa" para determinar tal medida, algo que contrasta con la rapidez con la que se decidió en diciembre de 2005 levantar la veda para pescar anchoa en el Golfo de Vizcaya. Entonces, los ministros atribuyeron unas 5.000 toneladas de total admitido de captura, de las que alrededor de un 90% corresponden a España y un 10%, a Francia.
La reunión fue convocada por el Ejecutivo comunitario para escuchar a los pescadores, aunque, tal y como se esperaba, de ella no salió ninguna decisión. Según señaló la portavoz de Pesca de la Comisión, Mireille Thom, recientemente, Bruselas analizará primero los informes científicos --el próximo miércoles en el Comité Técnico de Gestión de Pesca-- y decidirá probablemente al final de junio.
Thom indicó al término de la reunión que el encuentro fue "para explicar con toda transparencia" el procedimiento que está siguiendo la Comisión, en base al acuerdo del Consejo de diciembre, de evaluar el estado de las reservas con un aviso jurídico. "Puede haber distintas perspectivas sobre el estado (de la reserva) o si hay que cerrar antes o después", admitió la portavoz, que aludió una vez más a lo acordado en diciembre por los ministros europeos.
Los informes científicos que tendrán que determinar si las reservas se encuentran por debajo de 28.000 toneladas se conocerán el miércoles que viene. Ésta es la cantidad límite por debajo de la cual se decretaría el cierre del caladero, una decisión que solamente correspondería tomar a la Comisión Europea. En caso de que las reservas se situaran por encima, la decisión deberían tomarla los ministros de Pesca. El sector teme que en este segundo supuesto prime más una decisión política que podría determinar que continuase la pesca.
El consejero vasco se refirió con un "mundo al revés", al hecho de que los pescadores reclamen el cierre de una pesquería, algo que les perjudicará, y que la Comisión se tome tanto tiempo para determinarlo.
CERRAR CUANTO ANTES
El presidente de la Cofradía de Guipúzcoa, Jaime Tejedor, aseguró que "es mejor cerrar hoy que mañana porque si la situación está tan mal hay que cerrar para que se regenere lo antes posible" y opinó que están "fuera de lugar que se exija tanto para cerrar (la veda) y no tanto para abrir" como sucedió el pasado mes de diciembre.
Tejedor indicó que "cada día más tarde que se cierre la pesquería significa que estamos sobreexplotando algo que luego va a costar sobremanera recuperar" y recordó que "estamos en una biomasa de la más bajas en los últimos cinco años". "Las capturas en los últimos dos años son las más bajas de la historia y no es normal que la de un año sea la más baja y al año siguiente también, quiere decir que no se debería haber abierto la pesquería", aseguró.
Por eso, consideró que "la Comisión Europea tiene que tomar cartas en el asunto" y sostuvo que "la Comisión no tiene prisa porque España tampoco la tiene". Tejedor se refirió a la demanda que habría presentado el Ministerio en Bruselas a favor del cierre de la pesquería y dijo que "tiene que tener en cuenta que España tiene el 90% de la cuota y el que tiene 10% (por Francia) no puede estar sojuzgando a España".
Por su parte, el Consejero Vasco constató al término de la reunión "una falta total de novedades", cuyo "exponente más claro" es "la falta de prisa, no hay ninguna prisa por cerrar la pesquería". "Se dieron mucha prisa para abrir la pesquería, entonces los científicos no importaban, y ahora se da demasiada poca en tomar medidas urgentes para evitar el colapso del recurso", criticó Macías.
"DE CARA A LA GALERÍA"
También se dirigió a la labor del Ministerio de Agricultura y Pesca, al que acusó de tomar iniciativas "de cara a la galería" puesto que "decía hace unos días que necesitaba más informes para el cierre, cuando antes (en diciembre) le sobraron todos".
El representante de CCOO Ramiro Otero declaró que no entienden "por qué por una vez que el sector está pidiendo el peche (cierre) de un caladero porque está en una situación crítica, que la Comisión no haga caso de esa decisión y no plantee el cierre". Agregó que entienden "que detrás de esta operación puede haber presiones políticas que no llegamos a entender".
El sector español coincidió también en destacar la postura opuesta que defendieron en la reunión de hoy los representantes de la pesca pelágica de Francia que, según indicaron, no sólo no están de acuerdo cerrar el caladero, sino que apostaron por evaluar si se podrían hacer más capturas o, al menos, terminar de pescar el TAC que se decidió para esta especie.
Otero explicó que "el sector de cerco (francés), de San Juan de la Luz, también pide el cierre y el sector del arrastre, el más fuerte en Francia, que se está basando en informes científicos que no se concretan en número de toneladas de biomasa, pone las excusas de que debe seguir abierto porque hay todavía suficiente biomasa para poder seguir pescando".
Un representante del sector de San Juan de la Cruz --en el País Vasco francés--, Richard Ubera, se mostró mucho más preocupado por qué será de los pescadores si Bruselas decreta el cierre de la pesquería. Afirmó que "estamos por las conclusiones científicas" y reclamó "el derecho de continuar trabajando, lo que hacemos desde hace un siglo".
