El delegado del Gobierno dice no haber hablado durante el conflicto sólo con la Administración central
BARCELONA, 29 Ago. (EUROPA PRESS) -
El delegado del Gobierno en Catalunya, Joan Rangel, no se refirió hoy explícitamente a las peticiones de CiU y PP de que dimita por su actuación ante el caos del aeropuerto de Barcelona-El Prat del 28 de julio, a raíz de la huelga del personal de tierra de Iberia, y no asumió tampoco errores concretos en la gestión del conflicto.
Así reaccionó a las réplicas de los grupos del Parlament durante su comparecencia en al Diputación Permanente de la cámara para dar cuenta de su gestión del problema. El único que apoyó a Rangel fue el portavoz parlamentario adjunto del PSC-CpC, Joan Ferran, que llegó a denunciar "un ensayo de un frente de derechas".
El delegado del Gobierno empezó su respuesta a los grupos dando la razón a Ferran sobre el hecho de que "planea el momento político que se está viviendo" --en alusión a la cercanía de las elecciones catalanas--, aunque aseguró entender "perfectamente" que la oposición acudió al Parlament "para hacer su discurso y marca su postura política".
El líder de CiU, Artur Mas, dijo poco después que "cuatro grupos" del Parlament "están de acuerdo en pedir responsabilidades políticas", mientras que el PSC-CpC "está solo". Además, tanto Mas como el líder popular, Josep Piqué, hicieron notar que es el propio Rangel quien aludió hoy a la campaña electoral: Mas dijo que Rangel "la ha pifiado, porque ha mezclado el conflicto con el momento político".
Joan Rangel reprochó a la oposición que en su comparecencia "salgan otros temas" además del caos en sí, en referencia implícita a las alusiones hechas por la oposición sobre el traspaso aeroportuario y la concesión de los servicios en tierra en El Prat. Alegó que no tiene responsabilidad ejecutiva sobre esos asuntos, aunque trasladará "esas inquietudes" a "quien corresponda", pero recordó que "hay foros e interlocutores para discutirlo".
El delegado replicó a Josep Piqué sobre su acusación de que Rangel se "escondió" y de que la ciudadanía no le conoce. Le aseguró, por una parte, que no es tan dado a salir en los medios de comunicación como sus "predecesoras", en alusión a las dos delegadas durante el Gobierno del PP, y afirmó que él es partidario de "la discreción".
Por otra parte, aseguró haber estado "en todo momento donde tocaba": en las pistas de El Prat y también contactando con las partes implicadas, "hasta que quedó resuelto el conflicto". Por ello, recordó su experiencia de cargos anteriores, en especial como alcalde de Caldes d'Estrac (Barcelona), y dijo que no se ha escondido "nunca" frente a sus responsabilidades.
Rangel incluso aseguró haber estado atento después del conflicto y hasta ahora, por lo que aseguró no haber hecho vacaciones --pese a haber un delegado en funciones--, para seguir el debate sobre el conflicto y también que nadie le reprochara haberse ido de vacaciones.
CONTACTO CON GENERALITAT Y SINDICATOS.
El delegado dijo no haber hablado durante el conflicto sólo con la Administración central, sino con la catalana, a través de los consellers de Trabajo, de Interior y de Presidencia, y reiteró que no hay polémica con la consellera Montserrat Tura sobre el ofrecimiento de Mossos d'Esquadra. Aprovechó para explicar que en la tarde del viernes llegó a El Prat una unidad de Guardia Civil de Tarragona, como refuerzo.
Joan Rangel también afirmño que habló con el alcalde de Barcelona y el alcalde accidental, y con dirigentes sindicales, que reconocieron que "se les había escapado de las manos" la situación", según relató.
MÁS CONFLICTOS EN EL PRAT.
Por su parte, el portavoz parlamentario socialista, Joan Ferran, criticó que en la oposición haya quien "aprovecha para hacer su discursito" sobre la gestión aeroportuaria cuando se habla de un conflicto concreto, y para hacer campaña electoral. Para él, esa insistencia implica "que tienen muy poco que decir", e interpretó que Mas y Piqué son candidatos "vacíos de propuestas". Reprochó además a CiU que su contrapropuesta fuera "la intervención del Ejército".
Ferran dijo que "poca cosa nueva" podía decir hoy Rangel un mes después del caos, y definió la gestión del delegado como "oportuna" y "proporcionada", además de que se consiguió que al día siguiente "todo funcionara". Insistió en que, por el contrario, la oposición tiene "sordera sostenida" un mes después de la huelga, y negó que sea necesaria la dimisión del delegado.
También le defendió ante la pregunta de Piqué sobre si la ciudadanía sabe quién es el actual delegado. Ferran aseguró que la necesidad de un político es ser "valorado", y añadió que "a políticos de este Parlament" les "debiera dar vergüenza salir a la calle".
El portavoz socialista destacó que éste no ha sido el primer conflicto laboral en El Prat, sino que se dieron también durante los años de gobierno de CiU; citó como ejemplo huelgas de personal de limpieza. Según él, en esas ocasiones "no había problemas de imagen para el país", como ahora constata la oposición.
