MADRID 22 Feb. (EUROPA PRESS) -
El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, advirtió hoy de que "todavía" existe un "claro recorrido" en la fiscalidad del tabaco, y afirmó que las medidas adoptadas para avanzar en la lucha contra el tabaquismo no finalizan el proceso, porque el objetivo fundamental es la reducción del consumo de tabaco en España.
Durante su intervención en la sesión de control al Gobierno en la Cámara Alta y en respuesta a una pregunta formulada por el senador del Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés, Ramón Espasa i Oliver, Solbes insistió en que los objetivos de la subida de impuestos al tabaco son reducir el consumo, un aspecto "clave" desde el punto de vista sanitario, y frenar las marcas baratas.
En este sentido, señaló que el Gobierno no pretende recaudar más ingresos con su "estrategia progresiva" de ir aumentando la fiscalidad del tabaco, aunque reconoció que "es un efecto colateral".
El ministro de Economía y Hacienda insistió en que la protección sanitaria sigue siendo la "clave" del aumento de los impuestos al tabaco, algo que además debe traer consigo, según dijo, un incremento de precios de las cajetillas y una reducción de márgenes.
Solbes explicó que la razón por la que el Gobierno aprobó establecer un nivel mínimo de imposición de 55 euros por cada mil cigarrillos es atajar el problema de las marcas baratas y que éstas suban el precio de sus cajetillas, si bien reconoció que este nivel es "claramente inferior" al de la media comunitaria.
Según el Gobierno, el establecimiento de este nivel mínimo de imposición permite asegurar que todos los cigarrillos existentes en el mercado soportarán una tributación por impuestos especiales de, al menos, 1,10 euros por cajetilla.
En este sentido, el senador del Grupo Parlamentario Entesa Catalana de Progrés pidió a Solbes que "mantenga la guardia" y continúe con la estrategia seguida hasta el momento, con el aumento del mínimo y la fracción específica en el momento "oportuno".
"No deberíamos olvidar la posibilidad de subir la fracción especifica, porque al final es la que obliga a las tabaqueras a subir precios y produce además una reducción del consumo", dijo.