MADRID, 17 Feb. (EUROPA PRESS) -
Ebro Puleva anunció hoy el próximo cierre de la planta de su filial Azucarera Ebro en Ciudad Real, que emplea a un total de 50 trabajadores, tras la decisión que los agricultores de la zona tomaron de no cultivar remolacha en la campaña 2006-2007. La compañía contempla amortizar estos puestos de trabajo a través de 35 prejubilaciones y 15 despidos.
La sociedad no ha podido determinar aún el impacto económico que el cierre de esta fábrica tendrá en los resutados consolidados del grupo, que dependerá de los términos en que se produzca la reordenación global del sector azucarero tras la aprobación de la nueva Organización Común de Mercado (OCM) del azúcar por la UE y su aplicación en España.
No obstante, Ebro Puleva considera que el efecto "no será significativo", dado el "pequeño" tamaño de la planta y su "reducida contribución a su cuota anual de producción.
En concreto, la compañía detalló que los activos de la planta no alcanzan un valor de 5 millones de euros y que produce unas 22.000 tonedalas del total de 700.000 que representa la producción total anual del grupo.
En un hecho relevante a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Ebro Puleva avanzó su intención de iniciar de forma "inmediata" las conversaciones oportunas con las administraciones públicas y los agentes sociales y a "comprometer los mejores esfuerzos" para que el proceso de cierre de esta planta se realice "de la forma menos traumática posible".
La compañía considera como "inevitable" el cierre de esta planta tras una reciente reunión de organizaciones agrarias de la zona en la que, tras analizar las circunstancias actuales de los cultivadores de remolcha de la zona y el nuevo marco normativo aprobado por la UE, decidieron aconsejar a sus asociados no cultivar remolacha en la campaña 2006/2007.
El presidente del Ebro Puleva, Antonio Hernández Callejas, ya anunció el pasado mes de noviembre que el grupo cerraría alguna fábrica si los agricultores decidían abandonar la actividad como consecuencia de la reforma del azúcar, si bien aseguró que antes de adoptar una decisión se estudiarán otras alternativas, como el negocio de los biocarburantes.
No obstante, Hernández Callejas señaló que, una vez conocida la decisión de los agricultores, la compañía adoptaría una solución "consensuada y compartida" con todos los agentes implicados para abordar una posible reconversión y mantener el tejido económico del sector azucarero tras la reforma.
"Antes de cerrar nada, vamos a buscar otras alternativas, que en un principio pasarían por los biocarburantes", dijo Hernández Callejas, quien señaló que Ebro Puleva, que ha cerrado cuatro plantas desde 2000, ha buscado siempre alternativas a los cierres en las que se ha tenido en cuenta "la implicación del mundo rural".
