BERNA 27 Sep. (Reuters/EP) -
El Gobierno suizo ha pedido este viernes a los votantes que rechacen la propuesta de imponer un límite a los salarios mensuales de los altos ejecutivos, que no podría ser superior al sueldo anual del empleado con menor sueldo de la misma compañía, asegurando que podría dañar el atractivo del país como destino de negocios.
La indignación popular en torno a las mensualidades multimillonarias de los ejecutivos se tradujo desde el pasado mes de marzo en la 'Iniciativa 1:12' con el objetivo de poner un límite a las remuneraciones. La iniciativa, lanzada por los propios votantes suizos con respaldo internacional, es un signo más de que la indignación en el país sigue siendo muy alta.
Por su parte, el actual ministro de Economía suizo y anterior empresario, Johann Schneider-Amman, ha pedido a los votantes que no voten a favor de la misma. "Siempre he estado en contra de los salarios excesivos, pero ahora estamos en camino para volver a prácticas más sensatas, y no queremos acabar con algo que funciona bien intentando eliminar algo que no", ha asegurado Schneider-Amman ante los medios.
El sistema de democracia directa en Suiza, a través del cual se celebran cuatro referendos nacionales anuales, significa que la indignación pública puede ser traducida en fuerte acción directa.
En una encuesta elaborada a comienzos de este mes por el instituto de opinión pública e investigación de mercados Isopublic, encargada por el diario suizo 'Sonntagszeitung', el 35,5 por ciento de los encuestados aseguraron que votarán a favor de la iniciativa, mientras que un 37,7 sostenían que votaría en contra. El resto no sabían qué votar.
Schneider-Ammann ha afirmado que Suiza podría dejar pasar la oportunidad de cobrar los impuestos no cobrados si los votantes respaldan la iniciativa, y que las empresas a las que se dirige esta iniciativa se volverán menos competitivas como resultado de esa nueva regulación de los sueldos, lo que empeoraría la situación crítica de Suiza.
"Las empresas se preguntarán qué tipo de país tienen frente a ellas", ha asegurado Schenider-Ammann. "Convertiremos a Suiza en una ubicación más débil si las principales firmas --las que ya están aquí y a las que le gustaría tener presencia en nuestro país-- no invierten aquí nunca más", ha añadido.
El pasado mes de mayo, el director ejecutivo de la empresa suiza de producción y comercialización de alimentos Glencore Xstrata, que en 2011 pagó 360 millones de francos suizos --más de 290 millones de euros-- en impuestos en el cantón de Zúrich, aseguró a 'Sonntagszeitung' que esta iniciativa será una catástrofe para su empresa, y que obligaría a los operadores de materia prima a dejar el país.