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EP
Actualizado: martes, 8 marzo 2011 9:22


MADRID, 8 Mar. (EUROPA PRESS) -

La tasa de ocupación de las mujeres en el mercado laboral es un 15 por ciento inferior a la de los hombres, ya que el dato entre ellas es de 52,60 por ciento, frente a un 67,72 por ciento de ellos, a pesar de que esta cifra ha aumentado más por primera vez entre las mujeres que entre los hombres, según datos de UGT sobre el último cuatrimestre de 2010 facilitados la secretaria para la Igualdad de la Unión General de Trabajadores (UGT), Almudena Fontecha.

Con motivo de la celebración del Día de la Mujer Trabajadora este martes, Fontecha ha añadido que el paro es superior entre las mujeres (20,79 por ciento) que entre los hombres (19,95 por ciento) y que aunque no sabe las razones por las que se ha producido el aumento de la tasa de actividad entre las mujeres o si va a suponer un cambio de tendencia, se puede deber a que muchas manifiestan su voluntad de trabajar después de que el cabeza de familia haya perdido su trabajo, unido a que hay más mujeres jóvenes quieren trabajar.

Asimismo, ha afirmado que la mayor participación laboral de las mujeres tiene vocación de permanencia y que el paro aumenta más entre las mujeres jóvenes que entre los hombres, a pesar de que un 59 por ciento de los titulados universitarios son mujeres. Sin embargo, ha criticado que este hecho "no se ve reflejado con mejores oportunidades en el mundo laboral, contratadas con fórmulas de más corta duración".

Fontecha ha afirmado que estos cambios obligan a ver el mundo de una forma distinta porque se vive en una sociedad y en un mercado laboral "radicalmente distinto" y que la crisis ha perjudicado, sobre todo a las mujeres. También ha destacado que las mujeres que tienen responsabilidades familiares "tienen más dificultades para reincoporarse al mercado laboral y que el paro de este colectivo no se ha incrementado entre las mujeres mayores de 55 años".

"En términos generales, los trabajadores jóvenes viven el desempleo de forma dramática y en los últimos meses son las mujeres jóvenes las que están en una peor situación", ha añadido, al tiempo que ha apuntado que un 45 por ciento de las mujeres que aceptan un trabajo a tiempo parcial lo hacen "porque no encuentro otro a tiempo completo y que un 57 por ciento acepta porque no pueden hacer frente a los gastos de los servicios de atención a los niños y a las personas mayores". "Esto debería hacernos reflexionar", ha añadido.

Por otro lado, ha concretado que "se ha producido un incremento de la ocupación de los hombres en trabajos a tiempo parcial, lo que, a su juicio, supone una novedad; que ha habido un descenso de la ocupación y del tiempo en que se está ocupado; y que hay un menor número de contratos definidos como consecuencia de la crisis económica".

LAS MUJERES SOPORTAN TRABAJOS DE PEOR CALIDAD

Fontecha también ha comentado que el "sexismo social" se alía con la desigualdad y provoca que las mujeres "soporten contratos de peor calidad y contratos de dobles o triples jornadas que suponen dobles y triples renuncias por su parte". De esta manera, ha criticado que las conquistas a favor de la igualdad "se han sustentado en un sobreesfuerzo de las mujeres trabajadoras.

También ha comentado que a las dificultades económicas actuales "se una que la crisis ha vuelto opaca la situación que las mujeres vivían antes de esta situación" y que, a pesar de que al comienzo de los problemas económicos la pérdida de trabajo se producía en sectores "masculinos" como la construcción, en los últimos meses "se ha producido un desplazamiento a sectores ocupados por mujeres".

"Cuando este ciclo acabe, seguirá perviviendo la crisis que viven las mujeres, aun viviendo en buenas situaciones económicas, porque las oportunidades de trabajo no se repartieron de forma igualitaria entre hombres y mujeres", ha denunciado, al tiempo que ha asegurado que "apostar a favor de la igualdad no debe ir en detrimento del bienestar".

Finalmente, ha abogado por la reflexión sobre cuáles deberían ser las políticas de conciliación, con un mayor nivel de corresponsabilidad pública y privada". "Todos los problemas relacionados con el bienestar, que es producido por las mujeres, no deberían recaer sólo en ellas, sino que son necesarias políticas públicas en las que las Administraciones públicas tengan un alto nivel de responsabilidad", ha concluido.

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