ZARAGOZA, 26 Abr. (EUROPA PRESS) -
La empresa aragonesa Implaser, dedicada a la señalización industrial y de seguridad, es pionera en la fabricación de abrepuertas para minimizar el riesgo de contagio de coronavirus COVID-19. Esta compañía también de las primeras en desarrollar pantallas faciales protectoras para facilitar el trabajo de los sanitarios.
"Los pomos, manillas e interruptores son unos de los principales focos de contagio, ya que pueden ser tocados por numerosas manos en un corto periodo de tiempo. Los abrepuertas de metacrilato que hemos fabricado en Implaser permiten accionar las puertas sin la necesidad de utilizar las manos. Su mecanismo es sencillo y ayudan muchísimo", ha explicado el director-gerente de la empresa, Clemente Huerta.
Ha agregado que la empresa ha querido aprovechar su capacidad productiva para ofrecer una respuesta a las necesidades en materia de protección y seguridad que presenta el sector sanitario, fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, personal de supermercados, residencias, farmacias y demás profesionales implicados en la crisis sanitaria.
Además, su equipo de I+D+i está investigando para desarrollar productos que permitan adaptar las instalaciones de todos los sectores a una nueva situación donde va a ser prioritario ofrecer espacios mucho más seguros para las personas.
"La crisis sanitaria que estamos viviendo ha generado que las medidas de seguridad en las empresas se estén revisando. Las barreras de protección personal son imprescindibles para poder reanudar la actividad. Ofrecer medios que protejan a las personas y eviten potenciales propagaciones víricas, además de vital, es una responsabilidad", ha dicho Huerta.
Asimismo, ha agregado que la experiencia de la empresa aragonesa en materia de protección y seguridad le ha permitido desarrollar nuevos productos que ya están siendo utilizados por profesionales, como un sistema de sujeción de mascarillas para evitar rozaduras en las orejas producidas por las gomas.
También destacan unas pantallas faciales de protección individual, que permiten minimizar la posibilidad de contagio porque actúan como barrera ante las partículas que se proyectan al hablar y toser. Además, estas pantallas se pueden desinfectar, por lo que se alarga su vida útil.
Otra barrera de protección son las mamparas antisalpicaduras colectivas de metacrilato, muy útiles en aquellos puestos de trabajo en los que no se puedan mantener los dos metros de distancia de seguridad. Las empresas ya las están utilizando en oficinas, salas de reuniones y puntos de atención al cliente, para desarrollar la actividad con mayores medidas de seguridad.
Implaser también está trabajando en la fabricación de adhesivos de distanciamiento en el suelo, para facilitar a las personas mantener la distancia de seguridad, así como flechas de dirección para poder establecer en las superficies rutas bien definidas y evitar lo máximo posible el contacto entre personas al salir o entrar en un entorno.
Además, la empresa aragonesa se ha encargado de fabricar señalética para hospitales de campaña españoles y dispone de cartelería específica de información y prevención. También puede elaborar cualquier cartel a medida: reglas en el trabajo, lavado de manos, cómo quitarse los guantes.
Implaser es una empresa aragonesa nacida en 1999 con sede en Alfajarín (Zaragoza) que fabrica señalización industrial y de seguridad, así como sistemas de señalización fotoluminiscente para su instalación en todo tipo de edificios e industrias. La fabricación de pegatinas es otra de las grandes vías de negocio de la empresa, de cualquier formato y para múltiples usos. La compañía fue distinguida recientemente con el galardón a la Influencia Social de los Premios Fundación Ibercaja-Mobility City, concedido a su proyecto Navilens.
