Argentina insiste en que se vio obligada a tomar la decisión mientras que el jefe del Ejecutivo confía en un "buen final" para Marsans
MADRID, 9 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y la presidenta argentina, Cristina Fernández, trataron hoy de escenificar las "excelentes" relaciones bilaterales entre los dos países pero se toparon con un escollo: la expropiación de Aerolíneas Argentinas y Austral al grupo Marsans por parte del Estado argentino. Mientras Zapatero aseguró que no ha habido "tensión" por la decisión de Buenos Aires y confió en un "buen final", Fernández pidió que no se vea la relación sólo en base a esta cuestión y aseguró que la expropiación fue una decisión que le gustaría no haber tenido que tomar.
Desde el primer momento de la rueda de prensa, los dos presidentes se deshicieron en elogios mutuos y en alabar la estrecha relación existente entre los dos países y sus profundas raíces históricas. Así, Zapatero habló de "país amigo", calificó las relaciones de "positivas, fraternales y excelentes" y tras asegurar que las empresas españolas están en Argentina "para quedarse", incidió en que la relación comercial bilateral "transcurre positivamente en el 99% de los temas de los que nos ocupamos".
La réplica de Fernández, que dijo sentirse "como en casa" porque tres de sus cuatro abuelos eran españoles, fue igualmente positiva. Las relaciones bilaterales, dijo, "se encuentran en su punto óptimo más allá de algún episodio", subrayó, en una clara alusión al asunto de Aerolíneas Argentinas, pero defendió que "lo importante es poder ver completa la fotografía para poder ver el resultado".
Fue ya en el turno de preguntas cuando la presidenta argentina accedió a hablar de este "episodio". Fernández explicó que la expropiación de Aerolíneas no fue "buscada" ni por su Gobierno ni por el de su marino, Néstor Kirchner. "Tomé la decisión de llevar el asunto al Parlamento para dar continuidad a un servicio público esencial para los argentinos como es la conectividad aérea", explicó.
"Yo ya dije que no me hubiera gustado tener que tomar esta decisión, me hubiera gustado que fuera una experiencia exitosa, que hubiera beneficios, que no hubiera problemas y que hubiera sido un éxito, pero no ha sido así", indicó Fernández, que quiso dejar claro que todas las decisiones relativas a esta cuestión se tomarán "en el marco de las instituciones" argentinas. Aerolíneas Argentinas "debe ser el 1% al que hacía referencia el presidente del Gobierno" respecto a la coincidencia entre los dos países en materia comercial.
"BUEN FINAL" PARA AEROLÍNEAS
Zapatero, por su parte, aseguró que "no ha habido tensión" en la relación bilateral por la expropiación de Aerolíneas Argentinas a Marsans y pidió que no se confunda "la resolución de un tema complicado y difícil" con un "conflicto" en la relación. En este sentido, expresó su confianza en que "tengamos un buen final". "Sería bueno para todos", añadió, incidiendo en que "la empresa trabaja para ello, Argentina también y nosotros también",
Por ello, quiso dejar claro que el Gobierno apoya las inversiones españolas en Argentina y lo seguirá haciendo independiente de lo que ocurra finalmente con la aerolínea, y consideró positivo el modelo de presencia de accionistas españoles en empresas argentinas defendido por Cristina Fernández, quien aprovechará su visita oficial a Madrid para entrevistarse con directivos de las principales empresas españolas presentes en su país como Telefónica, Repsol, Abertis o el Banco Santander.
Donde sí que hubo una mayor coincidencia de pareceres fue en los resultados que debe aportar la próxima cumbre del G-20 en Londres. Los dos presidentes coincidieron en que se debe pasar de la discusión a la acción y adoptarse medidas concretas. Así según Zapatero, la de Londres será "una cumbre que tendrá que ser de decisiones" ya que lo que se hizo en la anterior celebrada en Washington en noviembre fue fijar el "programa de actuación", mientras que Fernández señaló que la cumbre debe servir para "diseñar y construir instrumentos que combatan esta crisis".
En concreto, el presidente del Gobierno planteó tres "objetivos": "la reforma del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial con una composición (...) mucho más equilibrada y equitativa; la adopción de un compromiso vinculado al FMI de concertar un sistema de supervisión último en el orden financiero internacional que todos estemos dispuestos a aceptar y reconocer; y la suspensión de los paraísos fiscales".
ACUERDOS SUSCRITOS
Por otra parte, los dos Gobiernos suscribieron esta tarde un documento de seguimiento del Plan de Asociación Estratégica bilateral alcanzado en 2006 y que contempla el marco de la relación para el periodo 2009-2010. En él tanto Madrid como Buenos Aires se muestran "decididos a continuar intensificando las relaciones bilaterales (...) teniendo en cuenta los retos y oportunidades que afrontan nuestros países y aquellos de carácter global que afectan al complejo escenario internacional".
Prueba de esta voluntad de seguir estrechando los lazos es que, según el documento difundido por Moncloa, "el presidente del Gobierno ha aceptado la invitación de visitar próximamente Argentina". Asimismo, los dos países se comprometen a trabajar para "hacer frente de forma concertada a la actual crisis económica global (...) para favorecer respuestas globales que contribuyan a la estabilización y recuperación de los mercados internacionales". En este ámbito, acordaron "seguir impulsando las relaciones económicas y comerciales" teniendo en cuenta el "gran potencial" que existe.
España y Argentina se comprometen igualmente a intensificar su cooperación en "materia energética, muy especialmente en el área de las energías renovables" para lo que crearán un "grupo de trabajo" que analizará esta cuestión. Igualmente, acordaron intensificar la cooperación en materia de educación superior, investigación e innovación, así como en materia de defensa y en el ámbito de la cooperación al desarrollo.
Por último, el documento que suscribieron los ministros de Exteriores de los dos países, Miguel Ángel Moratinos y Jorge Taiana, expresa la satisfacción de ambos gobiernos por el acuerdo suscrito hoy en virtud del cual los argentinos residentes en España podrán votar en las elecciones municipales y viceversa, lo que a su juicio "se traducirá en una mayor participación social y política de los nacionales de ambos países en su lugar de residencia, y asegurará mejor sus derechos políticos y sociales".
La anécdota de la rueda de prensa la protagonizó la presidenta argentina, que tras reconocer que a "los argentinos nos gusta hablar mucho", dio ella misma por concluida la rueda de prensa porque, explicó, debía reunirse con el líder del PP, Mariano Rajoy, en el Palacio del Pardo, y llevaba ya 23 minutos de retraso. "Yo estaría encantada de seguir", dijo, "pero el PP se me va a enojar y no quiero contribuir al enfrentamiento partidario" en España, remachó.
