Economía/Transportes- Los sindicatos logran una movilización masiva contra la reforma del régimen especial de jubilación

Actualizado: jueves, 18 octubre 2007 23:19

El Gobierno recibirá a los huelguistas pero no cederá en sus planteamientos


PARIS, 18 Oct. (EUROPA PRESS) -

Los principales sindicatos franceses han conseguido una movilización masiva de sus trabajadores en contra de la reforma de los regímenes especiales de jubilación planteado por el Gobierno de François Fillon y han logrado alterar seriamente la red de transporte público de todo el país, que mañana se verá todavía afectado tras la decisión de varias federaciones de prorrogar la jornada de huelga.

En París y otras 27 grandes ciudades de Francia, como Toulouse, Burdeos o Marsella, miles de manifestantes han recorrido las calles en una protesta que ha ido más allá de la reivindicación inicial y supone una seria advertencia al presidente Nicolas Sarkozy, principal artífice del afán reformista del Ejecutivo.

Según las cifras manejadas por los sindicatos, unas 300.000 personas han desfilado por toda Francia, y sólo en París lo han hecho 25.000 mientras la Policía habla de 150. 000 a nivel nacional. La jornada se ha cerrado con la celebración de numerosas asambleas promovidas por Fuerza Obrera y el sindicato Sud-Rail, que han optado por continuar la huelga mañana viernes. El resto de sindicatos apeló a un movimiento de sólo 24 horas pero podrían decidir el próximo lunes si van de nuevo a la huelga.

La sociedad nacional de transportes por ferrocarril (SNCF) y la Red de Cercanías y Metro de París (RATP) han registrado niveles record de participación con un 73,5 % de huelguistas, más que el 67 % alcanzado durante el conflicto que vivió Francia en 1995 y que los sindicatos se habían marcado como referente.

Otra cifra significativa es que en la eléctrica EDF la huelga ha tenido un seguimiento del 51,9 %. En la función pública este porcentaje se ha quedado en el 8 % de los funcionarios,el 20% en el ministerio de Economía, y menos del 10 % de los profesores.

En 1995, el intento del Gobierno de Alain Juppé de modificar este sistema de pensiones hundió a Francia en tres semanas de parálisis histórica de los transportes públicos sin que la fuerza sindical se debilitara un ápice ni la opinión pública les diera la espalda.

Hoy, sindicatos y fuerzas de izquierda calificaron de "éxito" la movilización y confían en que el Gobierno se siente de nuevo a negociar.

El secretario general de la federación ferroviaria de la CGT, Didier Le Reste, dijo que los trabajadores esperan un "mensaje" del Gobierno y que este mensaje se tendrá en cuenta a la hora de decidir si se continúa o no la huelga.

"Los ferroviarios en huelga esperan que el Gobierno les envíe mensajes, les haga anuncios, como la dirección de la empresa", subrayó en declaraciones a 'i-Télé'.

La misma federación de Fuerza Obrera (FO) advirtió al Gobierno de los riesgos de un "conflicto" en la SNCF. "El Gobierno no quiere negociar sobre principios que considera no negociables, sobre lo esencial, es decir, pasar de de 37,5 años a 40 años", se quejó. "¿Se quiere romper el régimen especial por razones financieras o por razones políticas?", se preguntó su secretario general Rémy Aufrère.

Para el secretario de la CGT, Bernard Thibault, no se han "creado las condiciones del diálogo", por lo que la huelga está "justificada", resaltó en France Inter.

"Los que han tenido que recurrir a la huelga no han tenido otra elección porque no se han creado las condiciones de diálogo, de negociación, para definir el futuro de las pensiones", explicó. También pidió al ministro de Trabajo "parar la reforma en 15 días" porque no se puede "decretar" de manera "unilateral" una disminución de las pensiones de entre un 20 y un 25%.

Mientras, el primer secretario del Partido Socialista, François Hollande, ha pedido al Gobierno reabrir el marco global de la negociación para permitir negociaciones empresa por empresa.

Ante ello, el Gobierno francés aseguró que "escuchará" los temores y las preocupaciones de los sindicatos pero que mantendrá su determinación y "no cederá", según explicó el portavoz del Ejecutivo galo, Laurent Wauquiez, en la emisora 'France-Info'. En todo caso, el ministro de Trabajo, Xavier Bertrand, aseguró que la huelga "no prohibe el diálogo" y se mostró dispuesto a reunirse con los sindicatos a partir de la próxima semana para abordar este asunto.

Donde más se ha dejado sentir la huelga es en la red de metro, autobus o tren de cercanías en la capital y en las principales ciudades francesas. En París, la mayoría de las líneas de metro no funcionaban y en otras sólo lo hacía el 50% de los convoyes. En el caso de los autobuses, sólo circulaba uno de cada diez y ningún tranvía.

Por lo que respecta a las grandes líneas, sólo 46 de los casi 700 trenes de largo recorrido asegurarán hoy sus trayectos. El Eurostar que une la capital francesa con Londres se ha visto también afectado y algunos Thalys que van a Amsterdam, Bruselas y Colonia. El nocturno Corail no volverá a la normalidad hasta mañana viernes hacia las 16.00 horas.

Mientras los manifestantes recorrían las calles con pancartas en contra de la política social de Sarkozy, el Elíseo anunciaba poco después del medio día el divorcio de Nicolas y Cecilia Sarkozy, una coincidencia que no ha pasado desapercibida ante los sindicalistas ni los partidos de izquierda.

REGÍMENES ESPECIALES

Los llamados regímenes especiales afectan en Francia a unos 1,6 millones de trabajadores, de los cuales cotizan 500.000 y el resto están jubilados. La SNCF, la RATP y las compañías de Electricidad y Gas EDF y GDF representan 360.000 activos y 500.000 pensionistas.

En total, existen en Francia una quincena de régimenes especiales, como el de los marinos, congregaciones religiosas, pasantes, empleados de la Cámara de comercio e industria de París, de la Asamblea Nacional y el Senado o personal de la Opera de París o la Comedia francesa. Suponen el 6 por ciento del total de las pensiones que se pagan cada año y la mayoría son deficitarios.

Tienen su origen en los regímenes creados para compensar la dureza o la peligrosidad de determinados trabajos y se pueden adaptar también a las especificidades de algunas profesiones. Por ejemplo, el del personal de la Ópera nacional de París lo creó en 1698 Luis XIV y otros se pusieron en marcha a lo largo del siglo XIX.