LISBOA, 11 Jun. (De la corresponsal de EUROPA PRESS, Patricia Ferro) -
Los transportistas portugueses han logrado en tres días de huelga colocar el país al borde del colapso. Aeropuertos, gasolineras, hipermercados, fábricas y puertos sólo tienen reservas para un día más sin abastecimiento de combustibles, productos, alimentos frescos y piezas.
Los transportistas no tienen intención de abandonar la protestas hasta que no logren un acuerdo con el Gobierno, con el que están negociando aunque por el momento sin llegar a ningún acuerdo. Las reivindicaciones son las mismas que la del resto de sus compañeros europeos.
La situación más grave se vive en el Aeropuerto de Lisboa, el más importante del país, que sólo tiene combustible para un día más, según confirmó una fuente oficial de Aeropuertos de Portugal (ANA) al "Diario Económico".
La situación es muy grave, a pesar de que ayer una columna de camiones cisterna fue escoltada por la Guardia Nacional Republicana para abastecer al aeropuerto. De hecho, ANA ya avisó a todas las compañías aéreas que hacen escala en la Portela de que abastezcan al máximo los aviones si no quieren correr el riesgo de tener que dejarlos inmovilizados en la pista hasta que la situación se regularice.
En los puertos, la situación también tiende a empeorar, aunque podrán aguantar dos o tres días más, según declaró el presidente de la Comunidad Portuaria de Lisboa, Joao Carvalho, que cree que si la huelga continúa "el país se parará por completo, porque los puertos dejan de funcionar, y esa es la gran victoria de los camioneros en cualquier país, lograr parar los puertos cuando hay huelga, porque ni salen ni entran mercancías", aseguró.
DESCENSO DE LOS IMPUESTOS SOBRE LOS COMBUSTIBLES.
La gasolina ya se ha agotado en muchas gasolineras del país, las zonas más afectadas son el Algarve, Coimbra y Amadora, según informó la Asociación de Revendedores de Combustibles (ANAREC), que considera que si la huelga continúa dos días más "el país se para".
En opinión de esta organización, la solución pasa por "el descenso de los impuestos sobre los combustibles", lo que "no significaría menos ingresos para el Estado, que recuperaría a los grandes clientes que ahora se abastecen en España".
Los piquetes actúan constantemente y el gobierno ya autorizó a la Guardia Nacional Republicana (GNR) a mover los camiones que estuviesen bloqueando carreteras, entradas o salidas de empresas, etc.
Pero a pesar de la situación, los transportistas van a continuar en huelga, según decidieron los organizadores de la mismas, tras cuatro horas reunidos con el gobierno. Las conversaciones deben continuar hoy.
La comisión organizadora de esta paralización afirmó que "los camiones van a seguir parados mientras continúe la inflexibilidad del gobierno" para resolver el principal problema que afecta al sector, el aumento de los combustibles. Silvino Lopes explicó al diario luso "Público" que "no hay previsiones para el final de la protesta. Tenemos motivos para mantener la lucha", recalcó.
Pero pese a esta decisión de mantener la huelga, dentro del sector de los transportes existe una división. Por un lado la Comisión organizadora de la paralización y por otro la Asociación Nacional de Transportes Rodoviarios de Mercancías (ANTRAN), que se ha mantenido al margen de la paralización y está negociando con el gobierno.
