Dotación de agua potable. Intervención de Cruz Roja en Haití.
CRUZ ROJA

   MADRID, 10 Mar. (EUROPA PRESS) -

   -¿Desde cuándo trabajas como cooperante y por qué elegiste esta profesión?

   Trabajo como cooperante desde 2010. Antes estuve trabajando en diferentes organizaciones en las sedes, con algún desplazamiento a terreno para el seguimiento y evaluación de los proyectos. La geopolítica y el tejido asociativo siempre me llamaron mucho la atención, y centraron parte de mis esfuerzos tanto como estudiante como profesional. Creo que ser cooperante me permite seguir "a caballo" entre estas dos temáticas.

   -¿En qué países has trabajado?

   Trabajé en Mauritania, República Democrática del Congo, Mali y actualmente estoy trabajando en Haití. De manera más esporádica y puntual también lo hice en República Dominicana.

   -¿Qué labor realizas actualmente en Haití para Cruz Roja?

   Soy el Jefe de Delegación de Cruz Roja Española (CRE) en Haití. Represento a CRE a nivel institucional, velo por el desarrollo de los programas en conjunto con la CR Haitiana, defino la estrategia de la organización, cuido de las relaciones con el resto de actores del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y coordino el equipo (personal local y expatriado) de CRE en el país.

   -¿Cuál es el principal frente allí en estos momentos, la principal dificultad, el sector que más ayuda necesita?

   Desgraciadamente, en Haití los frentes son numerosos. Hay muchos sectores que requieren una atención y una dedicación especial. En ese sentido, desde Cruz Roja Española dedicamos muchos esfuerzos en darle apoyo a la Cruz Roja Haitiana a través de programas de Agua y Saneamiento, que indudablemente es uno de los sectores más necesitados. El acceso al agua y los cambios en su gestión y consumo forman parte de nuestras preocupaciones. También el saneamiento acapara parte de nuestra atención ya que un déficit de este puede ser fuente de las numerosas enfermedades endémicas que hay en el país.

   El reciente paso del Huracán Matthew ha puesto de relieve ciertas debilidades del país con lo que dichos frentes se han multiplicado. Desde CRE le damos también mucha importancia a la reducción de riesgos y desastres así como la resiliencia a través de programas que aumenten las capacidades en términos de medios de existencia.

-En la última década, los fondos para la cooperación española se han recortado en más de 2.000 millones. ¿Cómo ha afectado esta reducción a tu trabajo en Haití?

   La reducción de fondos nos lleva a priorizar aún más las intervenciones que consideramos vitales, las más necesarias. Y a ser más creativos en la búsqueda de fondos a través de otras entidades, empresas, etcétera.

   -¿Cómo cambió la forma de cooperación española con Haití el terremoto del 12 de enero de 2010?

   Supuso, en el caso de Cruz Roja Española, un mayor esfuerzo en nuestro apoyo a la Cruz Roja Haitiana, afectada directamente por el seísmo. Ellos y ellas son los que estaban allí antes del terremoto, y serán los que permanezcan cuando se retiren las entidades internacionales.

   Se recaudaron más de 56 millones de euros de fondos propios lo que permitió planificar un plan de acción a 6 años, con sus sectores de trabajo y cronograma para poder dar respuesta de un modo progresivo. Dicho programa se ha ejecutado casi en su totalidad y los resultados se han adecuado casi completamente a lo que se pretendía, puesto que apenas ha habido un retraso de algunos meses en finalizar dos de las escuelas.

   - En estos momentos, la Agencia Española para la Cooperación al Desarrollo (AECID) está preparando el nuevo Plan Director para los próximos cuatro años, ¿qué pedirías que se incluyera en este plan (algo que faltara en el anterior, alguna prioridad)?

   Obviamente, pediría una movilización de recursos más importante. Además, pediría que se ampliasen las miras en cuanto a sectores de intervención.

- En los últimos 20 años, más de medio centenar de cooperantes han sido secuestrados, algunos de ellos de la Cruz Roja. ¿Qué peligros entraña ser cooperante? ¿Es posible y necesario aumentar la seguridad?

   Los peligros dependerán en gran medida de la zona donde se esté interviniendo. No es lo mismo trabajar en la zona Kivu (frontera Congo-Ruandesa), que en la franja del Sahel o en Irak. Cada contexto requiere una preparación y una adecuación a los riesgos potenciales. Grosso modo, estos son secuestros, amenazas, coacciones y en ciertos casos violencia física, siendo la muerte el peor extremo. Sin olvidar los accidentes de tráfico, que siguen siendo la principal causa de muerte de los cooperantes.

   Si bien es cierto que ser cooperante conlleva ciertos riesgos, conviene tener presente que se dedican cada vez más recursos (humanos y materiales) a la seguridad de estos. Esto, es positivo. Además, de la misma manera que es muy temerario no extremar las precauciones, es contraproducente exagerar sin justificación normas y protocolos ya que puede tener efectos nocivos sobre las operaciones y la percepción de las organizaciones y el personal.

   - En cualquier caso, está aumentando el número de cooperantes españoles, ¿a qué crees que se debe este interés por la cooperación a pesar de que también comporta riesgos?

   No creo que haya una sola razón, pero sin duda alguna las crecientes desigualdades entre las zonas más desarrolladas y las que menos, tiene algo que ver. Ojo, es importante tener en cuenta que el principal causante de estas desigualdades es el sistema económico que impera hoy en día, pero la cooperación puede tener efectos atenuantes. Además, creo que es vital crear dinámicas de cooperación entre organizaciones de la sociedad civil de diferentes países. Estrechar los lazos entre poblaciones es probablemente la mejor manera de luchar contra la pobreza y la desigualdad.

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