NUEVA YORK, 9 Abr. (EUROPA PRESS) -
En muchos lugares del mundo, innumerables casos de violencia y abuso contra menores ocurren debido a que los niños son acusados de practicar la brujería, advirtió hoy la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
En un comunicado, el organismo señaló que una vez que los niños son estigmatizados como brujos, son rechazados por su familia y por la comunidad. Además, se les somete a rituales atroces donde muchas veces son golpeados por sus propios padres o parientes, quienes creen que así podrán curales.
Gary Foxcroft, miembro de ACNUR en Nigeria, indicó que algunos rituales de exorcismo son tan brutales que los niños terminan perdiendo la vida. Hay casos en que se les deja morir de hambre, se les arroja agua o aceite hirviendo o se les obliga a sentarse sobre el fuego. Asimismo se ha informado niños con clavos en el cráneo.
Un estudio de ACNUR que analizó este tipo de abusos indicó que las acusaciones de brujería son causa de violencia y persecución en todo el mundo. Agregó que, si bien esas prácticas se asocian con los países africanos, hay ejemplos también en Reino Unido.
