Cáritas pide a la Administración que no esté "ausente" para la ciudadanía y mantenga "un tiempo" la atención presencial

MADRID, 4 May. (EUROPA PRESS) -

Cáritas Española ha explicado este miércoles que en los últimos años han estado acompañando a muchas personas que tienen problemas para "relacionarse con la Administración" como consecuencia de la brecha digital. Es por eso, ha hecho un llamamiento a esta para que no esté "ausente para la ciudadanía" y para que mantenga aún durante "un tiempo" la atención "analógica" o "presencial".

Este ha sido uno de los principales mensajes que la entidad, a través de su coordinador del Equipo de Estudios y secretario técnico de la Fundación FOESSA (Fomento de Estudios Sociales y Sociología Aplicada), Raúl Flores, ha trasladado durante la comisión de Derechos Sociales del Senado.

En su intervención, Flores ha presentado ante los miembros de dicho órgano de la Cámara baja el trabajo 'Evolución de la cohesión social y consecuencias de la COVID-19 en España', del que, entre otras cifras se desprende que "800.000 familias han perdido oportunidades, educativas, formativas, laborales y relacionales" como consecuencia de la brecha digital.

Es en este punto, en el que Cáritas Española destaca la falta de "relación con la Administración pública" que, a su juicio, ha aumentado tras la pandemia, periodo en que se han digitalizado muchos procesos.

Para Flores, es necesaria la mejora de las "capacidades digitales", pero, a su juicio, "no se puede dejar de usar" la atención "no digital, analógica y presencial", al menos "durante un tiempo". "Que la administración nunca esté ausente para la ciudadanía", ha insistido el compareciente.

MAYOR EXCLUSIÓN SOCIAL SEVERA

En su intervención ha hablado también de la repercusión de la Covid-19 en los hogares españoles, según los datos recogidos la Fundación FOESSA. En concreto, ha explicado que, para este trabajo, se ha recogido la información de 19.000 personas y 7.000 hogares.

Entre las cifras que ha destacado Flores está el aumento de la distancia entre el grupo que representa al 20% de rentas más bajas del país y el 20% de las más altas, que, según ha señalado, entre 2018 y 2021 ha crecido "un 25%".

Esto se debe a que los ingresos de las clases más bajas sufrieron, en este mismo periodo, una caída del 16% y los de la clase media de un 6%, mientras que las rentas más bajas vieron como sus ingresos crecían un 5%, según el informe de FOESSA.

Esta situación se refleja también en el crecimiento de la exclusión social que ha sufrido la sociedad española durante la pandemia. Según Flores, el mayor aumento (de un 12,7%) se ha producido en aquellos que sufren exclusión "severa". Así, ha explicado son 6 millones los españoles en esta situación, lo que "supone casi dos millones más que en 2018".

FAMILIAS DESEMPLEADAS ACTIVAS

Uno de los principales motivos de esta situación, según ha apuntado Flores, es la situación laboral de estas personas que, además, son las que están "en peores condiciones de trabajo". "600.000 familias viven sin ingresos estables", ha apuntado el compareciente, antes de indicar que esto significa que no tienen sueldos, pero tampoco renta mínima, subsidios o prestaciones.

A pesar de esta situación, según el estudio de FOESSA, siete de cada ocho hogares en exclusión "se encuentran activados", esto es "que no están esperando" a que se aprueben ayudas o normativas, sino que están en un empleo que no es suficiente, que están formándose o se encuentran en el itinerario de inserción laboral de alguna ONG o administración.

"No podemos seguir pidiendo que sean héroes y pedirles que se esfuercen ellos solos", ha lamentado Flores, antes de pedir "políticas públicas" para que "rescaten a los más vulnerables". A su juicio, aunque se han puesto en marcha medidas en este tiempo, son "insuficientes" y ha llamado a "incrementar" y "reorientar" la protección social "hacia la reducción de la pobreza".

En este sentido ha advertido que, en comparación con otros países del entorno, España "no está invirtiendo suficiente" ni tampoco lo está haciendo "de la mejor manera".

EMPLEO Y DESIGUALDAD

Así ha explicado que, aunque desde Cáritas Española se "valora" el empleo como medida de integración, también advierte que este puede ser el que genere "una mayor desigualdad" ya que, según ha insistido, porque, según ha apuntado, quienes están en peores situaciones de exclusión social son quienes tienen peores condiciones laborales.

Sobre empleo también ha hablado, en la misma sesión de la Comisión de Derechos Sociales, la directora de Programas, Ciudadanía e Incidencias de Oxfam Intermon, Beatriz Novales. En concreto, ha criticado que España tenga "un modelo productivo que genera un empleo de baja calidad" y que está "caracterizado por altos niveles de parcialidad, de temporalidad y con bajos salarios".

"Tenemos un nivel de desempleo muy alto, con una fuerte afectación de la población juvenil, y tenemos un sistema de protección social infradotado y con problemas de diseño que no llega a las familias que más lo necesitan", ha apuntado Novales, en línea con la comparecencia de Cáritas Española.

A su juicio, estos son "elementos estructurales" sobre los que hay que "trabajar" pero además, llama a poner en marcha "al mismo tiempo" planes de choque "para afrontar crisis sobrevenidas, haciendo y generando escudo social que pueda proteger a los más vulnerables".

IMPACTO EN LOS JÓVENES

En la misma sesión ha intervenido también el coordinador general de la Cruz Roja, Antoni Bruel, quien, analizando los datos de la atención que ha dado la entidad en los últimos tres años, ha advertido de que, si al principio la pandemia atacó principalmente a las personas mayores, un 44%, frente al 5% de los jóvenes, al término del periodo más grave de esta la situación se "empezó a invertir".

Según ha apuntado, "las personas mayores se estabilizaron más rápidamente", mientras que "los colectivos más jóvenes tuvieron mayores dificultades", incluyendo este segundo año 'post pandemia'.

Bruel ha explicado que, de las 1,4 millones de personas atendidas durante la Covid-19 unas 800.000 ya eran conocidas por Cruz Roja por haber tenido relación antes, por la crisis económica. De ellas el 45% estaban en desempleo, el 51% perdió su trabajo en pandemia, el 16% a su inicio y un 35% tras el confinamiento, una situación que, a su juicio, es lo que justifica que subiera la atención de Cruz Roja a los jóvenes.