Los padres de una enferma mental de Galapagar (Madrid) temen una agresión y piden ayuda para tratarla

La joven ya ha protagonizado varios incidentes violentos y la familia tiene miedo de que, si sigue en casa, "ocurra lo peor"

Europa Press Sociedad
Actualizado: martes, 30 octubre 2007 13:04

GALAPAGAR, 30 Oct. (EUROPA PRESS) -

Los padres de una enferma mental de Galapagar temen que su hija pueda cometer una agresión y piden ayuda urgente por parte de la Comunidad de Madrid para ingresarla en un centro adecuado donde puedan tratarla.

En una de sus últimas crisis, Raquel Andrés, enferma de un trastorno mental de la personalidad, agarró un cuchillo en la cocina de su casa, en Galapagar, y amenazó de muerte a su madre. Esa noche, la Guardia Civil tuvo que intervenir para evitar que Raquel hiciera daño a alguien o se lo hiciera a sí misma, pero la familia tiene miedo de que "un día pase lo peor" y ven con angustia como, uno tras otro, todos los centros psiquiátricos de la Comunidad de de Madrid rechazan el ingreso de Raquel.

"Lo que quiero es ir a una clínica o donde sea y que se me trate, no estar día y noche en mi casa encerrada. Me siento como si estuviera en una cárcel, encerrada entre cuatro paredes y mi familia no me pueda ayudar porque no son médicos y no saben qué hacer", explicó a Europa Press Televisión, entre lágrimas, la propia Raquel.

Desde que nació, Raquel padece problemas físicos que complican aún más su convivencia con la familia. Nació de parto prematuro y le diagnosticaron parapesia por encefalopatía, lo que la obligó a acudir a un fisioterapeuta desde que tenía un año hasta que cumplió los 15 y someterse a varias intervenciones quirúrgicas de traumatología.

A los 15 años ingresó en un centro de minusválidos físicos de Salamanca. Allí, sufrió la primera crisis y fue ingresada primero en la unidad de Psiquiatría del Hospital Clínico de Salamanca y luego en Centro de Salud de Collado Villalba, donde le diagnosticaron un Trastorno de la Afectividad por Esquizofrenia Paranoide.

Desde los 15 años hasta los 31, Raquel fue tratada con Tiadipona, Reneuron, Valium, Diazepam, Orfidal, Lexatin, Tranquimacín, Prozac, Anemis, Transilium y Tegretol. Sin embargo, después de que la familia pidiera voluntariamente una segunda opinión a otro especialista y éste le diagnosticara Trastorno Mental Histriónico de la Personalidad, Raquel tiene que vivir en su casa y sin tratamiento porque, de acuerdo con el nuevo diagnóstico, su enfermedad no es lo suficientemente grave para un internamiento.

"Estamos muy desamparados por la Comunidad de Madrid. Los últimos centros que hemos solicitado nos han denegado el internamiento. No puede estar en los centros para problemas físicos porque tiene un problema psíquico, en los centros de problemas psíquicos no la admiten porque no tiene un seguimiento psiquiátrico y el psiquiatra no quiere saber nada", se lamentó la madre de Raquel, Juliana Greciano.

HA PROTAGONIZADO VARIOS INCIDENTES.

El caso es que Raquel ya ha protagonizado varios incidentes violentos, con agresiones físicas y verbales; la Policía y la Guardia Civil ya han tenido que intervenir más de una vez y la familia teme que Raquel pueda hacer daño a alguien o a sí misma, como de hecho ya ocurrió en una ocasión en la que se destrozó su propia cara.

"Es como la espuma, cada vez va subiendo más, va subiendo más y el detonante es la agresión; primero, empieza verbal y luego, si la rebates o la dices algo, ya te agrede", explicó Juliana. "Ella cuando está con la crisis es otra persona", añadió.

Durante cinco años, Raquel estuvo ingresada en un centro de la Asociación Reto a la Esperanza que la acogió de forma desinteresada, pero tuvo que irse de allí porque el centro no era el más apropiado para su enfermedad y las crisis cada vez eran más graves.

"Algún día va a pasar algo, porque yo no soy consciente de mis actos, no controlo mis impulsos, y estoy harta de oír que no tengo nada. Lo que quiero es tener una vida digna como mujer y chica joven que soy, porque creo que no me merezco tener esta vida, ni yo ni mi familia. Esto no es vida, muchas veces tengo ganas de morirme porque no ves ayuda por ningún sitio y lo único que te dan son falsas promesas", aseguró Raquel.

QUERÍA MATAR A SU MADRE.

Después de que Raquel amenazara con un cuchillo a su madre, cuando por fin se tranquilizó, la confesó que hubiera deseado matarla. "Lo duro es que tiene ganas de matarte y, cuando estaba un poco más serena, me dijo tenía ganas de matarme y si yo hubiera podido clavarme el cuchillo en el corazón se hubiera quedado en la gloria", recordó.

"Ella no para de hablar, y de insultarte y de amenazarte, y de decirte que 'eres una mala madre y vas a arder en los infiernos y si pudiera te mataba, y me gustaría que te murieras'", reconoció la madre de Raquel.

La familia se queja de que ha pedido ayuda a "todos los organismos de la Comunidad de Madrid y en todos les han denegado la ayuda". Según ellos cuentan, la única atención que han recibido es de una psicóloga, Marta Moreno, que se ha hecho cargo del tratamiento de su hija gratuitamente y la Asociación del Defensor del Paciente que les lleva el caso.

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