Actualizado 28/11/2007 13:11

Una madre pide que internen a su hijo después de sufrir varias agresiones y de que una juez lo dejara en libertad

La juez dictó una orden de alejamiento y una condena de cuatro meses de cárcel si no cumple un tratamiento ambulatorio de dos años


A CORUÑA, 28 Nov. (EUROPA PRESS) -

Pilar Rivas reconoce estar asustada y tener miedo de su hijo menor y por eso pide que "lo ingresen" en un centro especializado "para ayudarle" ya que desde el pasado mes de junio "se volvió muy agresivo", una agresividad que Christian, de 24 años de edad, dirige siempre hacia su madre.

El último episodio lo vivió Pilar el pasado día 12, cuando su hijo la golpeó y la perseguió con un cuchillo por todo el edificio y luego intentó volar el edificio.

"Abrió la puerta de mi habitación, encendió la luz y ya le vi los ojos, colorados y abiertos de cuarta, y empezó a pegarme", relató e Europa Press Televisión. Después de los primeros golpes, Pilar consiguió soltarse y escapar.

"Salté sobre la cama, me metí en el baño pero allí me cogió, me tiró dentro de la bañera, me golpeó en un ojo; puñetazos en la cabeza, en los hombros". En ese momento, Pilar comenzó a gritar en demanda de ayuda. Una llamada a la que acudieron las vecinas del tercero. "Pude abrir la puerta y subir las escaleras con ellas", explicó.

En un primer momento, su hijo Christian salió detrás de ellas. "Se dio la vuelta, volvió a la cocina y salió con un cuchillo y vino detrás de nosotras".

Una vez que Pilar consiguió protegerse en el piso de sus vecinas, su hijo comenzó a golpear la puerta de la vivienda con un extintor. Después, Christian volvió a su casa "dejó el extintor funcionando y salió a la calle; se sentó en el capó de un coche, mirando todo serio"

Según explicó la madre, antes de salir, su hijo había cortado la goma del butano y abierto el gas junto a una pequeña vela, por lo que supone que su intención era hacerla explotar.

JUICIO.

Después de ese episodio, ayer el juzgado de lo Penal número 4 de A Coruña decidió dejar en libertad a Christian con una orden de alejamiento y la obligación de someterse a tratamiento ambulatorio durante dos años para evitar cumplir cuatro meses de prisión.

El acuerdo entre su abogado y el fiscal no es respaldado por su madre que solicitó que ingresaran a su hijo "que sufre una minusvalía psíquica del 66% y tiene trastorno de la personalidad" para que pueden tratarlo y vigilarlo ya que se toma las pastillas "cuando quiere" y las mezcla con alcohol.

El hijo de Pilar estuvo 15 días ingresado en la prisión de Teixeiro, desde que el pasado día 12 fuera detenido por la agresión a su madre, y ayer fue puesto en libertad.

"Ayer me lo echaron; a las 9,30 de la noche estaba solo, sin dinero, en una estación; me dijo que quería que su hermano lo fuera a buscar y yo le dije que no podía hacer nada porque tenía una orden de alejamiento; la asistenta social me dijo que no le cogiera el teléfono pero yo sabiéndolo perdido no podía".

Pilar no entiende cómo es posible que dejen a su hijo en libertad "cuando lo que necesita es estar ingresado en un centro donde lo puedan antender" y puedan controlar que toma su medicación correctamente.

"¿Cómo me dejan al chico enfermo tirado en la calle?; lo sueltan para que venga para A Coruña pero tiene una orden de alejamiento de 200 metros ¿lo mandan para que duerma en la calle?", se preguntó.