Entidades gallegas y lusas lanzan una guía de intervención para reducir impacto de la violencia de género sobre menores

A CORUÑA, 27 Sep. (EUROPA PRESS) -

La Fundación Meniños, la Unidad de Investigación en Intervención y Cuidado Familiar de la Universidade da Coruña (UDC), junto con el Gobierno de Azores han elaborado la 'Guía de impacto de la violencia de género sobre niños, niñas y adolescentes' con la que esperan reducir el impacto, al tiempo que sirve como material formativo para profesionales.

En rueda de prensa, el presidente de la Fundación Meniños, Valentín Escudero, ha avanzado que la Xunta ya se ha interesado por este proyecto y, en colaboración, realizarán un curso online en la plataforma de la administración autonómica dirigido a trabajadores sociales "para que puedan aumentar su formación y estrategia de análisis en esta materia" y ha descartado que se promuevan más colaboraciones.

Así, tras 10 meses de trabajos de investigación entre las entidades gallegas y portuguesas, nace esta guía teórica y práctica, que actúa en múltiples áreas de intervención e incluye aspectos técnicos para el profesional, según ha explicado Remedios Movilla, de la UDC.

Además, la guía se compone de dos secciones. Por un lado, se decida a informar y sensibilizar a profesionales y público en general sobre el impacto de la violencia de género en los niños; y por otro, cuenta con una sección dedicada a orientar de manera más especializada a los profesionales que trabajan en dispositivos de atención a víctimas de violencia de género.

"VÍCTIMAS DIRECTAS"

Remedios Movilla ha alertado de la situación que, según algunas investigaciones, sufren anualmente entre 100 y 200 millones de niños en el mundo que presencian violencia entre sus progenitores, al tiempo que ha subrayado que en España la cifra es de 188.000 menores que conviven con esta situación, según datos de Unicef del año 2006.

Al hilo de esto, ha indicado que la violencia de género no es un problema relativo solo a la pareja, sino a la familia, puesto que los niños son "víctimas directas" y cree necesario "acentuar" su figura.

"Aunque no hayan sufrido de manera directa la violencia física, el impacto de ser testigo lo convierte en víctima", ha comentado Movilla, quien ha destacado que estas situaciones pueden provocar problemas psicológicos "muy graves" entre los menores.