Familia, medios de comunicación, trabajo y exclusión social centran los nuevos volúmenes del Observatorio de los Valores

BARCELONA 9 Jun. (EUROPA PRESS) -

Los nuevos modelos familiares, la transmisión de valores a través de los medios de comunicación, el significado del trabajo hoy en Catalunya y los retos que propone la exclusión social centran los nuevos volúmenes de la Colección Observatorio de los Valores, de la Fundación Lluís Carulla y la Cátedra Liderazgos y Gobernanza Democrática Esade.

Los cuatro informes fueron presentados hoy por sus respectivos autores en un acto presidido por el ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol.

La colección empezó el año pasado con la edición de informes sobre jóvenes, identidad y diversidad, participación en la vida pública y calidad humana, bajo el título de 'Els valors dels catalans 2007'.

Todos los trabajos ponen de manifiesto que la familia y el trabajo son dos instituciones "clave para la socialización" en estado de "crisis" o de "cambio", según resumió el titular de la Cátedra Liderazgos y Gobernanza Democrática Esade y uno de los coordinadores de los trabajos, Àngel Castiñeira.

Castiñeira unió esta situación al "proceso galopante de individualización" de la sociedad, que dijo que no tiene porque ser negativo pero que contribuye a los efectos de la "desincrustación social" o de los vínculos, lo que puede llevar a la exclusión social del individuo.

En este contexto, señaló el papel de los medios de comunicación como una posible "nueva instancia socializadora en valores", puesto que "pueden llegar a configurar imaginarios sociales".

Asimismo, remarcó que los catalanes se caracterizan por hacer suyos valores más típicos de la posmodernidad que el conjunto de los españoles, y que entre sus principales objetivos destaca la autorrealización personal, el consumo y los amigos y el ocio.

Respecto a los españoles, advirtió valores típicamente modernos y entre sus prioridades, el trabajo, la familia, la empresa y la continuidad, así como la seguridad vital.

En este sentido, Castiñeira remarcó que estas caracterizaciones no significan que los catalanes no trabajen, sino que el valor del trabajo baja y es importante en cuanto a que contribuye a la realización personal.