La Fundación Caja Rural de Toledo abre una cuenta a nombre de Cáritas para ayudar a los más necesitados

TOLEDO, 13 Abr. (EUROPA PRESS) -

La mejora de la calidad de vida de las personas más desfavorecidas es el objetivo de la 'Cuenta Solidaria' que, a nombre de Cáritas Diocesana de Toledo, ha abierto la Fundación Caja Rural de Toledo dentro de la campaña 'Las necesidades no entienden de fechas. Todos necesitamos ayuda. No mires hacia otro lado. Colabora'.

Para desarrollar esta iniciativa, el presidente de Caja Rural de Toledo y de su Fundación, Andrés Gómez Mora, ha suscrito este miércoles un convenio de colaboración con la directora de Cáritas Diocesana de Toledo, Marisa Martínez, en presencia del director general adjunto de Caja Rural de Toledo, Víctor Manuel Martín López, y el delegado episcopal de Cáritas, Gerardo Ortega Gutiérrez.

En esta cuenta solidaria, cuyo número es 3081 0176 62 2515318125, se invitará a participar a instituciones, organismos y particulares para que colaboren mediante donativos en ayudar a las personas que más lo necesitan, según ha informado Caja Rural en nota de prensa.

Mediante esta iniciativa se pretende beneficiar a las personas en situación o riesgo de exclusión, fomentar la responsabilidad social y generar prácticas más justas y solidarias.

Marisa Martínez ha asegurado que ésta es una medida "muy importante y novedosa", ya que "hay necesidades los 365 días del año" y en la Archidiócesis de Toledo podría haber unas 50.000 personas desfavorecidas, calculando por lo bajo.

La directora de Cáritas ha explicado que dichas personas no sólo están necesitadas de alimentos y ropa, sino que muchas de ellas tampoco pueden pagar la luz, el agua o el alquiler. "Nos están llegando muchos casos muy desesperados", ha afirmado.

Por su parte, Andrés Gómez Mora ha considerado "una satisfacción y una alegría" colaborar con una institución como Cáritas, "fundamental para miles de personas y que merece todo nuestro cariño, respeto y colaboración". A su juicio, la importante labor de esta organización y la altura moral de sus responsables son suficientes garantías para que los donativos que lleguen a la cuenta solidaria sean bien atendidos, gestionados y administrados.