La víctima había denunciado hasta en dos ocasiones a su marido por malos tratos
MADRID, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -
La ministra de Igualdad, Bibiana Aído, condenó hoy el asesinato de la joven Cristina M.R en Sevilla a manos de su marido, Pedro C.M, y pidió la colaboración de las comunidades autónomas en la lucha contra esta lacra social, durante su intervención en la sesión de control al Gobierno celebrada en el Senado.
"Era una chica de 30 años con toda la vida por delante y un indeseable que posteriormente se ha suicidado se la ha quitado", lamentó la ministra, en referencia a este caso, la segunda muerte por violencia de género de 2009, después del asesinato registrado el pasado día 5 en la localidad madrileña de Parla.
Aído incidió en la necesidad de "seguir luchando para que un día la violencia de género desparezca" y recordó las últimas actuaciones de su ministerio en este sentido, como el fondo de cinco millones de euros repartido entre las comunidades autónomas para reforzar la asistencia a los colectivos "especialmente vulnerables": las mujeres inmigrantes y los menores.
En este caso, la víctima era española, como el presunto asesino. Tenía 29 años de edad, dos hijos de uno y seis años, y murió por arma blanca en su domicilio, una cuarta planta de la calle Cigüeña en la barriada hispalense de 'Los Pajaritos'. Su marido, un año mayor que ella, se tiró después por la ventana y fue trasladado grave al hospital Virgen del Rocío con múltiples traumatismos. Ocurrió en torno a las cuatro de la tarde, tal como confirmaron fuentes policiales, del 112 y del 061 a Europa Press.
Según las primeras informaciones, el herido llamó al 112 para alertar de que había cometido un crimen y, al poco tiempo, el mismo teléfono de emergencias recibió una nueva llamada de un vecino que alertaba de que un hombre se había lanzado por una ventana. Cuando llegaron los efectivos sanitarios trasladaron al herido y certificaron la muerte de la mujer.
Las mismas fuentes confirmaron que Cristina M.R. había denunciado al menos en dos ocasiones a su presunto asesino por malos tratos, la última vez en el verano de 2008. No obstante, no pesaba orden de alejamiento alguna o medida de protección sobre la mujer o sus hijos.
El cadáver de Cristina M.R. presenta múltiples heridas de arma blanca, por lo que una autopsia debe esclarecer cuál de las lesiones ocasionó su muerte o si quizá muriera por pérdida de sangre. La calle Cigüeña, de cualquier forma, ha sido cerrada al tráfico por la Policía Nacional, que ha desplegado a su Grupo de Homicidios y a los agentes de la Policía Científica para investigar el crimen.
