MADRID, 22 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a nueve años de prisión a un hombre por asestar hasta cuatro puñaladas a su expareja después de que conociera que había comenzado una nueva relación sentimental.
Así consta en una sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, en la que la Sección Vigésimo séptima condena a Rodrigo Julio S. T. por un delito de asesinato en grado de tentativa, un delito continuado de amenazas y un delito de coacciones.
En los hechos probados, la sentencia relata que el procesado y la víctima mantuvieron una relación durante unos tres años en la que solo convivían los fines de semana al residir la chica en su lugar de trabajó de lunes a viernes.
La relación cesó definitivamente en enero de 2011 y a partir de ese momento Rodrigo Julio comenzó una escalada de acoso y violencia contra su exnovia para evitar que le dejara. Así, comenzó a amenazarla reiteradamente tanto al teléfono móvil como al teléfono fijo de la casa donde la mujer trabajaba y luego empezó a presentarse en su lugar de trabajo.
A principios del mes de mayo de 2011, el procesado se construyó un zulo tras un frondoso arbusto a 15 metros de la puerta de entrada de la vivienda, desde el que vigilaba todos sus movimientos.
Gracias al seguimiento, el acusado se enteró de que Bacilia había iniciado una nueva relación sentimental y el 4 de mayo, aprovechando que la mujer había salido a hacer unas compras, se coló en la parcela de la casa y se escondió entre la vegetación. Cuando ella volvió, de forma sorpresiva y con el claro ánimo de acabar con su vida, le asestó hasta cuatro puñaladas con un cuchillo o de 11 centímetros.
Bacilia se defendió, pidió auxilio a gritos y el acusado salió corriendo, no sin antes quitarle el teléfono móvil con el que le había visto conversar con su nueva pareja. A raíz de estos hechos un juzgado de Violencia sobre la Mujer acordó su prisión comunicada y sin fianza así como la prohibición de acercarse a Bacilia a menos de 500 metros.
Rodrigo Julio estaba, no obstante, en paradero desconocido, circunstancia que aprovechó para seguir acosando y amenazando a su ex compañera sentimental sirviéndose del teléfono móvil que le había sustraído.
Antes de su detención, que tuvo lugar el 18 de mayo de 2011 y por la que cumple prisión provisional comunicada y sin fianza, le devolvió el teléfono lanzándolo por encima de la valla del jardín. En él había mensajes en los que insistía en que no la dejaría nunca, que si no volvía con él atentaría contra la vida de su hijo y padres, que iba a matar a su nuevo novio y a su jefa.