Condenan a 28 años a un británico por acabar con la vida de la pareja con la que vivía en Mijas (Málaga)

Europa Press Sociedad
Actualizado: jueves, 11 octubre 2007 17:15

MÁLAGA 11 Oct. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia Provincial de Málaga ha condenado a 28 años de cárcel a un británico por acabar con la vida de la pareja con la que convivía en una casa ubicada en la zona denominada 'La Atalaya', de la localidad malagueña de Mijas, vivienda que, posteriormente, roció con barniz y a la que prendió fuego. Además, deberá indemnizar a los herederos con 461.650 euros.

La sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, se dicta después de que un jurado popular declarara al hombre culpable de dos delitos de homicidio y de otro de daños. Los hechos sucedieron el 18 de marzo de 2005, cuando el acusado, amigo de las víctimas, estaba hospedado en la casa de éstos.

Por una razón no acreditada, se entabló una disputa entre el procesado, con una personalidad "fría y calculadora", y el matrimonio, en el transcurso de la cual mató primero a la mujer y, posteriormente, al hombre, al que asestó 58 puñaladas con al menos dos cuchillos que cogió del interior de la casa.

Según se declara probado, el acusado golpeó en el pecho al hombre con un objeto metálico punzante y lo dejó desvanecido. Cuando la mujer salió en defensa de su esposo, la mató, "quedando sentada en un sillón". Para entonces se había recuperado el marido, quien fue de nuevo atacado.

Éste intentó huir, aunque fue perseguido por el acusado por el camino de la casa, donde fue alcanzado de nuevo y murió por la pérdida de sangre. Luego regresó a la casa, valorada en 61.650 euros, la roció de barniz y le prendió fuego, con lo que el cadáver de la mujer quedó prácticamente carbonizado.

El jurado, según la sentencia, ha sido "preciso y contundente", para lo que ha dispuesto de "prueba indiciaria" suficiente, descartando la versión del procesado de que los homicidios fueron cometidos por terceras y desconocidas personas, que, supuestamente, tendrían relación con el pasado del marido.

"Era harto improbable que la muerte hubiese sido causada por una tercera persona pues ésta, que necesariamente vendría dispuesta a agredir a la víctima, hubiese utilizado un arma propia", señala la sentencia, en la que se destacan los testimonios de los agentes, que aseguraron encontrar al procesado "aseado".

En cuanto al móvil de los crímenes, no ha quedado expresamente acreditado, pero los jurados destacaron una situación tensa entre las víctimas y el acusado en un bar, relatada por el dueño de dicho establecimiento. Además, subrayaron también el hecho de que en la cartera del acusado había un boleto de lotería primitiva manchado de sangre del hombre, así como las contradicciones en sus declaraciones.

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