Actualizado 13/12/2007 18:13

Felipe González dice que la igualdad de género no es sólo un derecho, sino "una imperiosa necesidad de esta sociedad"

Afirma que no emplear a la mujer es "una perdición de conocimiento y de capacidad que empobrece" al entorno en el que ocurre

Iñaki Gabilondo advierte de "una prematura desmovilización" acerca de este asunto


MÁLAGA, 13 Dic. (EUROPA PRESS) -

El ex presidente del Gobierno español Felipe González destacó hoy que la igualdad entre hombres y mujeres "no es sólo un derecho, que sería el enfoque de la realización personal, sino que, además, es una imperiosa necesidad en la nueva civilización", llegando a "formar uno de los paradigmas que van a definir la era en la que estamos".

González, que participó en la clausura de la II Conferencia Andaluza de Economía y Presupuestos en clave de Género, organizada por la Junta de Andalucía desde ayer en el Palacio de Ferias y Congresos de Málaga, insistió en que "la igualdad hombre-mujer ya no es sólo una exigencia en términos de derecho, sino que, al ser un paradigma, es una necesidad para todos, hombres y mujeres, para el espacio público que compartimos".

En este sentido, explicó que, inicialmente, la fuerza sí era "un plus desde el punto de vista del proceso productivo"; sin embargo, ahora aparece un nuevo paradigma, que es el conocimiento y que "no es patrimonio de un sexo, sino que es compartido". Ante esto, aseveró que "la diferencia de roles milenaria que hegemonizaba el papel del hombre respecto al de la mujer ya no tiene justificación, y la no utilización de la mujer plenamente para el desarrollo del proceso productivo y de la creatividad es una perdición de conocimiento y de capacidad, que empobrece a la sociedad en la que ocurre".

Incidió en que "si hay una parte de la población que no está generando, creando e imaginando cómo se crea riqueza, esa sociedad está disminuida comparativamente con las que sí han incorporado a toda la población disponible a ese proceso productivo".

CAMBIO EN LA PERCEPCIÓN CULTURAL.

"La autonomía personal significativa de la mujer toma cuerpo y el elemento diferencial de la fuerza tiende a desaparecer", dijo González, que, no obstante, precisó que "es un atavismo tan arraigado que hasta que no se produzca un cambio en la percepción cultural profunda de la nueva realidad en los responsables políticos y en el conjunto de la sociedad, vamos a pasarlo mal y seguiremos soportando la reacción del macho ante la autonomía de la mujer".

Llamó la atención ante el hecho de que como "la mujer va a seguir pariendo, lo que es un elemento de sostenibilidad imprescindible del modelo", es necesario "hacer compatible para la plena eficiencia del mismo la realización personal de la mujer mediante su incorporación al proceso productivo con la reproducción de la especie, para que la pirámide demográfica no se caiga", una tarea que corresponde a "toda la sociedad, los hombres, las mujeres y la política".

Al respecto, el ex presidente, quien subrayó, por tanto, que hay que cambiar la percepción, puso como ejemplo a los países del Norte de Europa, donde se ha invertido la curva de la natalidad, pero no por el impacto de la inmigración, sino debido a que hombres y mujeres, de mutuo acuerdo, han llegado a fórmulas con las políticas públicas que permiten que las féminas no vean interrumpida dramáticamente su trayectoria ni los actores económicos perciban la maternidad como un coste, sino como un beneficio.

González indicó que, aunque "la derecha diga que no tiene que haber discriminación hombre-mujer, sino que debe ser por los méritos propios de cada uno", resulta "absolutamente inexplicable que el 70 por ciento de los mejores expedientes universitarios sean de mujeres y, sin embargo, la escalada profesional es totalmente masculina".

El socialista, quien hizo hincapié en que "hay una revolución de comunicación entre los seres humanos que lo cambia todo", comentó que la nueva sociedad produce "inevitablemente un cambio de roles", por lo que abogó por "romper el velo de la ceguera para que se vea esa nueva realidad que ya convive con nosotros y que seguimos viendo con enfoques viejos", para lo que es necesario ese cambio cultural.

Sugirió así que "no sólo en las políticas presupuestarias, sino en todas las económicas que afectan al funcionamiento de la economía, se elaboren informes sobre el impacto en el desarrollo de la igualdad hombre-mujer", sobre todo en el sector público. De este modo, este aspecto de la política de la mujer "no sería algo sectorial o vertical, sino horizontal, atravesando todas las políticas públicas y la totalidad de las actividades productivas".

"FATIGA GENERAL EN LA SOCIEDAD".

Por su parte, el periodista Iñaki Gabilondo, quien también estuvo en la clausura de esta conferencia, dijo echar en falta "la actualización del sentido de la movilización pública" en este sentido, puesto que parece que "hay una cierta fatiga general en la sociedad, lo que puede indicar que se han conquistado posiciones que ya no reclaman las antiguas energías, pero también que no se ha actualizado esa movilización".

"El aliento social no puede detenerse y, aunque no se haya detenido, ya no se percibe, y en política la percepción de la realidad es la realidad misma", apostilló, añadiendo que "frente a ese corazón social que no hemos oído, ha habido algún otro que no ha parado de retumbar a tamborazo limpio durante cuatro años".

En este sentido, señaló que "la pelea por la igualdad se está viviendo en paralelo a una prematura desmovilización en torno al tema; hay una impresión de que ya pasó el tiempo de la sensibilización pública", lo que rechazó, puesto que "las cosas tardan en consolidarse mucho más de lo que parece", añadiendo que, en cuestiones como la igualdad de género, "la movilización va a ser imprescindible".

"La gran cantidad de bolsa social que teóricamente debía estar siguiendo con satisfacción medidas como la de la conciliación familiar o la igualdad --expuso--, no se ha percibido porque se tiene la impresión de que cuando se conquistan nuevas posiciones, las anteriores tienen que quedar superadas", lo que calificó de "error".

Matizó que no hablaba de "ocupaciones de la calle", pero sí consideró "verdaderamente desproporcionada la algarabía movilizadora social que ha tenido la oposición frente a la algarabía social que ha acompañado la acción de gobierno", y que dijo no haber visto.

En su opinión, "la herramienta política y democrática actualmente en vigor necesita una revisión de arriba a abajo porque se ha quedado muy anticuada respecto a la velocidad en la que se está transformando todo en la sociedad".

Valoró que la Junta esté trabajando en "la dirección de que no solamente era justo, éticamente obligatorio, moralmente imprescindible, sino que, además, era rentable, observar el tema de la incorporación igualitaria de la mujer".

Por último, la consejera para la Igualdad y Bienestar Social, Micaela Navarro, que participó en este acto, junto con el titular andaluz de Economía y Hacienda, José Antonio Griñán, llamó la atención sobre la necesidad de hablar también de "qué puede suponer y qué está suponiendo ya el cambio demográfico".

"BIEN SOCIAL".

Navarro defendió que "la maternidad y la paternidad son un derecho que cualquier persona puede ejercer en función de su libertad personal, pero, además, es un bien social", pero precisó que "si se quiere que la población siga aumentando para que haya un relevo generacional, de momento, las mujeres somos imprescindibles".

En este punto, advirtió de que, actualmente, el hecho de tener niños "va en contra del desarrollo profesional de la mujer", pero si no nacen, "hay un problema para la sociedad", por lo que incidió en que "hay que arreglar esta situación".

Afirmó que, aunque "ya se puede hablar de derechos legales en igualdad de hombres y mujeres, la realidad todavía está muy lejos y el día a día de una mujer es totalmente distinto al de un hombre, por lo que hay igualdad legal, pero no de oportunidades".