LONDRES, 27 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Tribunal Supremo de Gaza, Abdul Rauf Halabi, ha ordenado a las abogadas que se vistan con velos de acuerdo con los preceptos musulmanes cuando entren en el tribunal, la última manifestación de que el grupo islámico está imponiendo cada vez más su interpretación de la ley islámica sobre los residentes del enclave costero.
Halabi indicó que las abogadas se les pedirá que lleven cubierta la cabeza con un velo y un velo largo y de color negro debajo de sus togas. Esta norma entrará en vigor a partir del próximo mes de septiembre, informa 'The Independent'.
Halabi también indicó que su orden pretende asegurar que las mujeres visten de acuerdo con la ley islámica o 'sharia', que requiere que éstas se cubran en público, utilizando prendas amplias y sólo mostrando sus manos y caras. "Mostrar el pelo de la mujer está prohibido (en el Islam)", indicó Halabi, nombrado por el movimiento islámico Hamás.
"No permitiremos a la gente que corrompa la moral, el código para vestir mejorará el trabajo en los tribunales", aseguró.
Hamás se hizo con el poder en Gaza en junio de 2007 y prometió no imponer nunca sus valores conservadores sobre otras personas, pero en los últimos meses ha tomado ciertas medidas que parecen que tienen por objetivo obligar a los residentes a aceptar su agenda social orientada hacia el Islam.
La Policía ha presionado a los propietarios de tiendas a cubrir a los maniquíes expuestos, y a los hombres que se relajaban en la playa también se les ha ordenado cubrirse. Una escuela femenina de secundaria ha impuesto como obligatorio el velo musulmán y el ropaje amplio para el próximo año escolar.
El Gobierno de Hamás dice que no impone la ley islámica, sino que sencillamente se asegura de que los residentes de la zona se comportan con la cultura conservadora del territorio.
Una abogada, Subhiya Juma, indicó que la decisión de Halabi afectaría sólo a diez abogadas, puesto que la gran mayoría de las 150 jueces registradas ya cubren su cabeza con un pañuelo. Juma aseguró que el punto no es el número de mujeres a quien afecte sino las libertades que se eliminan.
"Esto es peligroso, es una violación clara de la ley, nos están quitando nuestras libertades personales, y, ¿quién lo está haciendo? La misma persona que tiene por objetivo defenderlas", lamentó